Fanny Schlatter, una joven suiza, cargaba potes de pintura en el camión de su jefe cuando su teléfono móvil explotó. Según difundió el diario Le Matin, el episodio le causó quemaduras de segundo y tercer grado en el muslo y en la mano derecha.
Fue un Samsung Galaxy 3 el dispositivo que causó el daño. “De repente escuché un sonido como el de un petardo, sentí un olor químico extraño y mis pantalones de trabajo empezaron a incendiarse”, explicó la joven. “Olía a cerdo quemado”, recuerda el jefe de la víctima.
Schlatter detalló que cuando pudo recoger los restos del teléfono se percató de que la batería tenía un tamaño tres veces superior al normal. Ahora, esos restos fueron enviados a Corea del Sur para «investigar la naturaleza de la explosión», aseguró la vocera suiza de Samsung, Mirjam Berger.
Fuente : infobae.com