El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró hoy que el gobierno nacional comprende «la inquietud de un sector de los trabajadores» en relación al Impuesto a las Ganancias, pero sostuvo que el Estado debe ser «muy responsable con la administración de los recursos fiscales». Tomada, participó hoy de la inauguración del II Congreso Iberoamericano de Acoso Laboral e Institucional, donde firmó un convenio de cooperación entre su cartera y la de Salud para la erradicación de la violencia laboral. En diálogo con la prensa, ministro recordó que «todos los años se han producido modificaciones» el piso de Ganancias y agregó que, al igual que en otras oportunidades, «este año también está en agenda» y «ha formado parte de las conversaciones que tuvieron lugar en Santa Cruz». Tomada se refirió de este modo al diálogo con representantes empresarios y sindicales encabezado el miércoles último por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la ciudad santacruceña de Río Gallegos. En declaraciones formuladas esta mañana en el Hotel Panamericano del centro porteño, el ministro de Trabajo señaló que el tema del Impuesto a las Ganancias «se está estudiando y, cuando sea el momento, se comunicará». «Es un tema muy delicado porque comprendemos la inquietud de un sector de los trabajadores pero también tenemos que ser muy responsables y muy cuidadosos con la administración de los recursos fiscales, que forman una parte sustancial de este modelo Esto seguirá el curso que ha seguido en otras oportunidades», completó. Al ser consultado sobre la posición de la CGT encabezada por Antonio Caló, el ministro dijo que lo que el dirigente metalúrgico expresó fue «la necesidad, sobre todo, de preservar los puestos de trabajo». Condena a toda forma de violencia laboral El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, expresó hoy su enfática condena a «toda forma de violencia laboral», a la que definió como un «flagelo», y reafirmó el compromiso del gobierno nacional de «trabajar todos los días por una sociedad más sana, más justa, y con más y mejor trabajo». Así lo señaló al participar de la inauguración del II Congreso Iberoamericano de Acoso Laboral e Institucional, que se desarrolla bajo la consigna «Dignidad, compromiso y solidaridad: hacia la erradicación de todo tipo de violencia laboral» en el Hotel Panamericano del centro porteño. Allí, el ministro de Trabajo manifestó su «expresa condena a toda forma de violencia laboral, con la esperanza de estar trabajando todos los días por una sociedad más sana, más justa y más digna, y con más y mejor trabajo». En este marco, destacó la «lucha contra la presencia de estos flagelos en el mundo del trabajo» y sostuvo que, «si bien es mucho lo que hay aún por hacer, se ha avanzado mucho». Por otro lado, Tomada sostuvo que, a partir del golpe de Estado de 1976, el país sufrió «una progresiva pérdida de fuentes de trabajo como así también de derechos de los trabajadores, y una pérdida de una identidad clara y protegida del trabajador». En ese contexto, mencionó el crecimiento registrado a partir de la última dictatura del trabajo infantil, del trabajo no registrado y de la violencia laboral, y remarcó el cambio que significó la asunción de Néstor Kirchner como presidente el 25 de mayo del 2003. En este sentido, sostuvo que, a partir de ese momento, «el trabajo y la cultura del trabajo fueron colocados en el centro de la política pública», y se pusieron en marcha acciones concretas «para hacer retroceder esos flagelos, y desnaturalizar lo que se había vuelto natural».
Tomada sobre Ganancias: «El Estado debe ser muy responsable»
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