En muchas ocasiones los padres no se dan cuenta de que algunas frases son perjudiciales, debido a que las han escuchado de sus propios padres, tíos, abuelos… Se podría decir que estas oraciones se han convertido en una tradición o en clásicos, creyendo que son de lo más común y que no tendrán repercusión alguna en la autoestima de los infantes.
Es verdad que no existe una guía exacta para ser los mejores padres, ni para educar sin errores a los hijos; además de que en ocasiones hay situaciones que se salen de control y el enojo, la impotencia o frustración pueden hacerte decir cosas que dañan a tus hijos.
Un listado de las frases que es mejor que retirar de tu vocabulario a la hora de interactuar con tu hijo:
1. «Sos tan…» Estas palabras seguidas de un adjetivo como tonto, insoportable, fastidioso, etc., pueden hacer que el niño se sienta en verdad de esa forma, y más si las usas constantemente. Es verdad que te pueden sacar de quicio, pero hablar por hablar no es la solución; así que piensa bien lo que vas a decir antes de abrir la boca para dirigirte a tus hijos.
2. «No confío en vos» o «Sos un mentiroso». Cuando un padre le dice estas frases a su hijo, es muy probable que el pequeño se sienta mal e inseguro, ya que la persona que dice amarlo y a la que él quiere, no le tiene confianza, situación que lo puede orillar a ya no expresarse, a no platicar las cosas que le pasan, porque de todas formas no le creerán.
3. «No llores». Reprimir los sentimientos de los niños no es algo bueno, ya que a la larga podrían acarrear problemas emocionales y hasta caer en depresión; es mejor siempre tener un dialogo constante con ellos para que expresen sus emociones con palabras y no con llanto.
4. «Te voy a acusar con tu papá o mamá». Esta frase siempre deja como villano a uno de los padres, ya que la amenaza lleva consigo una reprimenda, por lo que el niño aprenderá con quién sí puede portarse mal y quién lo regaña por sus malas acciones. Aquí lo importante es que el rol de los padres sea parejo, y que a ambos les tenga respeto y no miedo.
5. «Nunca haces nada bien». Los niños están en su proceso de aprendizaje, y es verdad que a algunos les cuesta más trabajo realizar ciertas actividades, sin embargo, en ti, como padre, tiene que existir la paciencia y el amor por enseñarles cómo hacer las cosas que más se les dificultan.
6. «Dejá de molestar». Existen mejores maneras de explicarle a tu hijo que en ese preciso momento estás ocupado y que no puedes jugar con él; pero que en cuento te desocupes podrás prestarle atención. Estas palabras son muy fuertes para un menor, ya que le estás diciendo que lo único que hace es molestarte y que no lo quieres cerca; no dañes la percepción que tu hijo tiene de ti, ni pongas barreras invisibles que después te serán muy complicadas derribar.
7. «¿Por qué no sos como tu hermano (a)?» o «Aprende de tu hermano (a)». Las comparaciones nunca son buenas y menos entre hermanos, ya que estas propiciando a que genere rencor y que su relación se vaya desgastando con el tiempo. Además de que sentirá que el cariño que tú como padre les tienes, no es parejo.
8. «¡Me vas a matar de un infarto!» o «Sólo me das disgustos». Con frases como estas le estas haciendo ver que sólo te trae problemas, por lo que se puede sentir mal al darse cuenta que no aporta nada bueno a tu vida.
9. «Si no te portás bien te voy a…» Las amenazas que no se cumplen tienen un efecto negativo en los niños. Si él hizo algo que no es correcto y tú le dijiste que obtendría un castigo por ello, debes de cumplirle; pues al no hacerlo, él sabrá que tus palabras no siempre son ciertas y tu autoridad se ira demeritando. Del mismo modo debes cumplir con los premios que le prometes.
10. Humillaciones o burlas. Es importante nunca hacerte el gracioso con los errores que cometen tus hijos, ya que esto puede dañar severamente su autoestima, provocando que le de miedo realizar diversas actividades por no ser humillado.
Fuente: http://de10.com.mx/14246.html