Una instantánea panorámica del río Rin del alemán Andreas Gursky es la fotografía más cara jamás subastada: se vendió por 4,3 millones de dólares durante una puja de la firma Christie’s en Nueva York, en noviembre del aó pasado.
«Rhein II», que tenía un precio de salida de entre 2,5 millones de dólares y que finalmente fue adquirida por un comprador anónimo a 4.338.500 dólares, fue tomada en 1999.
Montada sobre plexiglás, la fotografía forma parte de una serie de seis, una de las cuales está en manos de un coleccionista privado. Las cuatro restantes están expuestas en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la Tate Modern de Londres, el Museo de Arte Moderno de Múnich (Alemania) y la Galería Glenstone en Potomac (Maryland, EEUU).
Gursky, uno de los fotógrafos más cotizados, se destaca por sus imágenes de grandes obras arquitectónicas y panorámicas de paisajes en color, habitualmente a vista de pájaro.
Christie’s afirma que la fotografía «es una obra maestra de escala e icono del aura del autor» en la que Gursky «evoca lo sublime con una perfección pasmosa de color y líneas a través de la invocación de un paisaje aparentemente natural».
Previamente, el mayor precio logrado por una fotografía en una subasta fue el de 3,9 millones que consiguió el pasado mayo «Untitled», de Cindy Sherman (1954), en otra puja celebrada también en Christie’s. Sherman había arrebatado el récord al propio Gursky, quien en 2007 vendió su instantánea «99 Cent II Diptychon» por 3,35 millones de dólares en Sotheby’s.