¿Las personas son lo que comen? Es pregunta queda sin respuesta cuando los consumidores de comidas rápidas mastican una y otra vez sin saber qué es lo que se llevan a la boca. Y los populares «nugget» de pollo no son la excepción. Un reciente estudio científico divulgado por la American Journal of Medicine reveló que la mitad de los crocantes bocaditos fritos está compuesta por pollo y la otra es una mezcla de grasa, vasos sanguíneos, cartílagos y nervios, presuntamente, de las propias aves.
La publicación fue presentada como una «autopsia» a los «nuggets» que se venden en dos cadenas fast food estadounidenses, con presencia en la mayoría de los estados. En este caso, tres investigadores en alimentos seleccionaron dos piezas al azar de dos restaurantes de la localidad de Jackson, en Mississippi, y las sometieron a un riguroso proceso de análisis. Primero las congelaron para una mejor conservación, luego las disecaron y les aplicaron diversos reactivos y teñidos de tejidos. Por último, las inspeccionaron detenidamente con un microscopio.
El primer «nugget» estaba compuesto en un 50% por el músculo de un pollo -presumiblemente la pechuga o el muslo- y el resto era una mezcla de grasa, vasos sanguíneos y nervios. Los autores del estudio describen a ese «resto» como una fusión entre las células de la piel del ave y los órganos internos del pájaro. Lo que se conoce como vísceras. El hallazgo en la segunda pieza es un tanto más alarmante: sólo el 40% era músculo y el restante 60% era grasa, cartílagos y trozos de huesos.
El objetivo del trabajo fue desentrañar la «composición actual de este alimento altamente procesado», que según estiman los científicos en el documento publicado en Internet, «se han convertido en un componente importante de la dieta americana», pero con amplia aceptación en varios países del mundo, incluido la Argentina.
El doctor Richard DeShazo, jefe de la investigación y miembro del Centro Médico de la Universidad de Mississippi, precisó algunos detalles. «Todos sabemos que la carne blanca de pollo que es una de las mejores fuentes de proteína magra disponibles y es bueno alentar a nuestros pacientes a comerla. Lo que sucede es que algunas empresas optan por utilizar una mezcla artificial de partes de pollo en lugar de la carne en bajo contenido graso, la enmantecan y la fríen, y todavía lo llaman pollo», sostuvo en declaraciones a la agencia Reuters.
DeShazo consideró que no tiene contraindicaciones consumir los bocaditos de vez en cuando, pero admitió que es preocupante que sean baratos y tengan buen gusto, lo que los convierten en los preferidos de los chicos. «Los nuggets son realmente un subproductos alto en calorías, sal, azúcar y grasa y no son opción muy saludable. Peor aún, saben muy bien y a los chicos, a quienes apunta la comercialización, les encantan», lamentó el universitario, que decidió no difundir los nombres de las dos cadenas donde adquirió las muestras.
Desde el Consejo Nacional del Pollo de los Estados Unidos (NCC, por sus siglas en inglés) minimizan el impacto de las revelaciones y aseguran que la muestra es muy pequeña para generalizar conclusiones. «Este estudio evalúa sólo dos muestras de nuggets de los miles que se hacen cada año», se quejó Ashley Peterson, vicepresidente de Asuntos Científicos y Regulatorios del NCC, que aglutina al 95% de las industrias productoras y procesadoras avícolas estadounidenses.
«Un tamaño de muestra de dos piezas es simplemente demasiado pequeño para generalizar a toda una categoría de alimentos», agregó el directivo de la ONG sin fines de lucro. «Los nuggets tienden a tener un contenido elevado de grasa, ya que están rebosados y fritos, pero no es ningún secreto lo que está en una pieza de pollo. Los restaurantes de comidas rápidas tienen información nutricional publicada en los locales o en las páginas web», completó Peterson.
DeShazo reconoció que la muestra era pequeña y aclaró que los consumidores no necesariamente son engañados al consumir las «vísceras» de pollo. «Simplemente (los clientes) no nos tomamos el tiempo para conocer los datos nutricionales básicos de las comidas», alertó y remarcó que «la exploración de los nuggets se hizo para recordar a los consumidores que no todo lo que es rico es sano».
• Otras investigaciones
En agosto pasado, el departamento de Noticias Naturales del Laboratorio Forense de Alimentos (Natural News Forensic Lab Food, en inglés) divulgó otro estudio científico realizado a nuggets comprados en Texas.
«He comprado 10 pieza McNuggets de pollo de un McDonald en Austin. En condiciones cuidadosamente controladas, los examiné bajo un microscopio digital de alta potencia, esperando ver trozos de pollo procesados, rebosados y fritos. Pero lo que encontré en su lugar me sorprendió. Ví un montón de cosas raras que en una década de investigación de alimentos y nutrición no esperaba encontrar», afirmó al anunciar la investigación Mike Adams, director del Natural News Forensic Food Lab.
«Encontramos oscuras estructuras negras parecidas a pelos que salen de la masa del nugget, así como estructuras azules en forma de huevo con pelos o fibras con forma de cola pegadas», afirmó. Para dar veracidad a sus observaciones, Adams publicó una serie de fotografías con los increíbles hallazgos, sensibles para las personas que habitualmente consume estas comidas
«También encontramos impares manchas de color rojo en varios lugares, así como un objeto verde esférico que se asemeja a las algas», completó el investigador.
En el informe publicado, Adams aclaró que las conclusiones no afirman ni sugieren que los bocaditos de pollo de McDonald’s sean inseguros para el consumo humano, aunque subrayó que como mínimo se requiere de una profunda investigación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, Administration Foods and Drugs) para determinar cuál es la composición real de los ingredientes de los crujientes y sabrosos McNuggets.
Fuente > http://www.ambito.com