Una mujer mendocina de 45 años murió dentro del quirófano mientras se practicaba una liposucción en la clínica Arizu de Godoy Cruz y su familia pide que se investigue una posible mala praxis.
El hecho ocurrió el viernes pasado, cuando Mónica Gabriela Pescetti, casada y con tres hijos, se internó para realizarse la cirugía estética. La mujer estaba casada, tenía tres hijos y era la dueña de una agencia de autos.
Gonzalo Rubíes, director de la clínica Arizu, explicó al diario Uno de Mendoza que «durante un procedimiento quirúrgico habitual la paciente sufrió un paro cardiorrespiratorio que no pudo ser revertido y culminó con el fallecimiento de la paciente en quirófano».
El responsable de la clínica señaló además que el médico a cargo de la operación no forma parte de su staff, sino que alquila los quirófanos para operar. Además, resaltó que es el primer caso de este tipo en más de 8.000 operaciones practicadas desde 2001.
Pescetti ya se había realizado dos cirugías en el mismo lugar y con el mismo médico.
Respecto de las razones de la muerte, Rubíes sostuvo: «Dependen de cada tipo de patología y las condiciones previas del paciente. Una causa es la idiosincrasia, que es la reacción que experimenta la gente ante una determinada medicación, la cual no podemos prevenir. No hay estudios que lo detecten».
Denuncia
El esposo de la mujer, Gustavo Fernando Gil, y la hermana de Mónica, Andrea Lourdes Pescetti, radicaron una denuncia en la Oficina Fiscal 4 de Godoy Cruz. Piden que la Justicia investigue si se trató de un caso de mala praxis.
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