Es el rostro de una niña, en un hospital, con cara de incredulidad, de miedo, de incertidumbre ante un hombre que porta un rifle. Esa imagen le ha dado la vuelta al mundo y ha sido seleccionada por la Unicef como la imagen del 2012.
La fotografía fue tomada en un hospital de Siria por el fotógrafo italiano Alessio Romenzi y ganó el concurso internacional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
La niña iba del brazo de su padre y se queda quieta, según el testimonio del fotógrafo, ante la presencia del individuo armado, quien se encontraba en uno de los pasillos de un hospital en la localidad de Aleppo en Siria.