La Gestión de Javier Milei: Dos Años de Conflictos y Reformas en la Argentina
En su bien polémico liderazgo, Javier Milei ha enfrentado un escenario complejo en su administración, marcada por desafíos legislativos y alianzas fluctuantes. A pesar de no contar con un respaldo legislativo sólido, ha conseguido implementar reformas clave en su agenda económica.
Desde su llegada a la presidencia, Milei ha navegado un mar de tensiones políticas y sociales. Con solo 39 diputados y seis senadores, ha logrado la aprobación de leyes fundamentales, como el paquete fiscal y la ley bases, gracias a la colaboración de aliados estratégicos.
Su gestión ha estado marcada por desencuentros y contradicciones. En un giro inesperado, Milei convocó a sus opositores a firmar el Pacto de Mayo, a pesar de haberlos responsabilizado previamente por la caída de la ley ómnibus.
A lo largo de su primer año, gracias a los «dialoguistas», Milei logró evitar sobresaltos en el Congreso y puso en práctica vetos que mantuvieron a raya ciertas partidas. Sin embargo, el escenario político se tornó más turbio con la fractura del bloque oficialista y la ruptura con la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien acusó de traicionar su agenda.
El discurso de Milei en Davos en enero de 2025, donde criticó al «wokismo», marcó una caída notable en su aprobación popular. Desde entonces, el escándalo por la promoción de la criptomoneda $LIBRA complicó aún más su panorama y evidenció serias fracturas en su alianza con los gobernadores. La oposición logró revertir tres vetos presidenciales, algo sin precedentes desde 1983.
El giro legislativo llegó en diciembre de 2025, cuando Milei sorprendió con un triunfo electoral que fortaleció su posición en el Congreso. Por primera vez, el bloque de La Libertad Avanza (LLA) se convirtió en la primera minoría en Diputados, desbancando al Partido Justicialista.
Desde el inicio de su carrera política, la gestión de Milei ha enfrentado críticas por su control sobre las instituciones. Desde el inicio, adoptó un tono confrontativo, incluso en su discurso inaugural, donde rompió con la tradición de dirigirse a la Asamblea Legislativa. Además, prorrogó el presupuesto durante dos años, lo que le otorgó un manejo discrecional muy criticado.
Uno de sus decretos más controversiales fue el 70/2023, que incluyó reformas significativas, con un claro rechazo en el Senado. Esto resultó en una ola de huelgas generales lideradas por la CGT, cuestionando drásticamente su gobierno.
Dado su escaso respaldo, Milei se apoyó en decretos de necesidad y urgencia (DNU) para implementar sus políticas. Según un estudio, firmó más de cuatro DNU mensuales, con 92 decretos delegados aprobados hasta julio de este año.
La gestión de Milei también ha sido caracterizada por un hostigamiento sistemático hacia el periodismo, con agresiones a voces disonantes. Su decisión de limitar el acceso a la información pública ha generado alarmas entre organizaciones de la prensa.
En política exterior, Milei abandonó rápidamente el multilateralismo, privilegiando un alineamiento con Estados Unidos e Israel, lo que tensó relaciones con socios clave en la región como Brasil.
La situación económica refleja contrastes. Mientras sectores como la minería y el agro muestran crecimiento, otros, como la construcción y la industria, están rezagados. En septiembre, la economía mostró un crecimiento del 5% interanual, aunque con tendencias dispares entre los diferentes sectores productivos.
A pesar de su enfoque en la inflación, que alcanzó picos del 211% en 2023, se proyecta una caída para este año, con proyecciones que apuntan a menos del 30%. Sin embargo, la pobreza ha tocado niveles alarmantes, alcanzando un 52,9% en la primera mitad de 2024.
El manejo de reservas por parte del Banco Central ha sido objeto de debate, ya que, aunque ha incrementado levemente, sigue por debajo de los estándares óptimos. Con desafíos inminentes, Milei está en una encrucijada para encauzar su administración y satisfacer las demandas de una población cada vez más crítica.
