La «transacción» se realizó en julio de 1816 y el séptimo conde de Elgin le vendió al gobierno británico esa colección por 35 mil libras de esa época. Según el diario El País de España, es a raíz de esta historia que la mitad de la decoración del Partenón debe verse en el Museo Británico de Londres, pese a la insistencia griega en recuperar el patrimonio y completar la exposición en Atenas. Los griegos denominan a esa “transacción” como un robo perpetrado por Bruce, que era el embajador británico ante el Imperio Otomano. La mayoría de los británicos apoya la devolución de los frisos, según los sondeos, si bien sólo el 15% de la población adulta confiesa haberlos visto en el museo.
Diputados británicos proponen devolver las partes sustraídas del Partenón
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