Dos empresas familiares de Macri contrataron al testaferro de Jaime

Dos empresas familiares de Macri contrataron al testaferro de Jaime

(Foto: Cedoc – Perfil) Entre los pasados meses de diciembre de 2005 y (cuanto menos) enero de 2009, la firma constructora Iecsa y la compañía llamada Sideco Americana, ambas pertenecientes a la familia del presidente argentino Mauricio Macri, cursaron diversos pagos a la firma de Manuel Vázquez, asesor y testaferro de quien por ese entonces era secretario de Transporte del gobierno kirchnerista, Ricardo Jaime. Según las investigaciones en curso de parte de la Justicia, esa firma fue utilizada para pagar supuestos sobornos. Esto es lo quedó plasmado en escritos judiciales. Retirado de la construcción y dedicado a sus negocios en el campo, Angelo Calcaterra –que es primo de Macri y estaría retirado de la actividad de la construcción– volvió a ponerse en el centro absoluto de la atención luego de que el fiscal federal Franco Picardi solicitara su embargo por $54,3 millones por su presunta participación necesaria en el pago de coimas a diferentes funcionarios para poder conseguir junto con la firma constructora brasileña Odebrecht la licitación de las obras del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, una obra valuada en US$3 mil millones. La constructora de la familia del presidente argentino, Mauricio Macri –que estuvo al mando de Franco Macri hasta el año 2007 y luego fue vendida a su sobrino Calcaterra– facturó al menos unos $600 mil a la consultora de Vázquez. La española Comsa, socia de Iecsa, Odebrecht y la italiana Ghella en la obra del soterramiento, también hizo pagos (fuertemente sospechados por la Justicia) a la consultora de Vázquez; algo que habría sucedido entre enero de 2006 y noviembre de 2010, por lo cual Vázquez le habría facturado $263.097. La empresa que habría sido utilizada como tapadera para canalizar -al menos- algunas de las coimas que iban destinadas al ex ministro K, Ricardo Jaime, es Controles y Auditorías Especiales de Argentina SA (Caesa), que presuntamente se dedicaba a hacer y brindar servicios de contabilidad, auditoría y asesoría fiscal. Todos los clientes de la consultora eran contratistas del Estado, justamente en el área a cargo de Jaime. El fiscal Picardi determinó entonces que en al menos cinco expedientes judiciales, la empresa de Vázquez se usó como auténtica pantalla para blanquear las coimas. De todos modos, esta operatoria podría llegar a ser aún mucho más amplia todavía. Una de las causas viene desde 2012 y fue abierta por delitos tributarios contra la consultora de Vázquez. En ese caso, la AFIP dijo qué empresas figuraban como clientes de Caesa entre diciembre de 2005 y enero de 2009: Iecsa SA; Sideco Americana SA; América Latina Logística Central SA; Emepa SA; y Comsa de Argentina SA. La primera factura de la consultora de Vázquez a Iecsa se emitió el 13 de diciembre de 2005 por $ 10 mil. “Servicios de consultoría”, detalló Caesa en la descripción. Lleva el sello de “pagado”. Es la factura 184. Dos semanas después, el Ejecutivo firmó el decreto 1.683/2005 aprobando el programa de obras que incluía la realización del soterramiento. El pago se habría llegado a repetir al menos una treintena de veces, de acuerdo a lo dicho por fuentes de Iecsa. A su vez, fuentes muy cercanas a Calcaterra han dicho: “Fueron treinta facturas de $ 10 mil cada una –unos US$ 2 mil de ese momento– y se hicieron por asesoramiento de Vázquez en Brasil para los negocios de Socma en ese país. Vázquez había sido director de Bunge y no sabíamos que trabajaba para Jaime. Nos enteramos por los medios. En total, facturó $ 300 mil a Iecsa”. Para el fiscal del caso son $600 mil. En el caso de Sideco Americana, del Grupo Socma, otro cercano informante de la compañía aseguró que “la relación con el kirchnerismo, y en particular con Jaime, era muy mala y les costó muchos negocios. Sideco no tuvo relación con el soterramiento”. Como fuera, el informante, decía no poder recordar haber hecho pagos a la firma Caesa. Mientras Iecsa realizaba esos pagos, su socia española, Comsa SA, también comenzó a contratar a Caesa, la consul