Brasil ajusta proyecciones y busca combatir la inflación
La economía brasileña muestra signos de ajuste, ya que economistas reducen por primera vez las expectativas sobre las tasas de interés para 2026, impulsados por una desaceleración de la inflación y una postura cautelosa del banco central.
Según una reciente encuesta del banco central, se prevé que la tasa Selic descienda al 12% en diciembre de 2024, un ajuste notable desde el pronóstico anterior de 12,25%. Este cambio refleja la tendencia a la baja de la inflación, que ha sido modificada también en las proyecciones de los analistas, quienes calcularon una disminución de la inflación esperada para el año 2026, ahora situada en 4,18% en lugar del 4,20% previo.
Tasas de interés en máximos históricos
En la actualidad, las tasas de endeudamiento en Brasil se mantienen en un nivel récord, alcanzando el 15%, lo que se traduce en un desafío significativo para los responsables de la política monetaria. La inflación persiste muy por encima del objetivo establecido del 3%, alimentada por un mercado laboral robusto y el aumento del gasto público en la antesala de las elecciones presidenciales del próximo año.
La respuesta del banco central
En un reciente evento en São Paulo, el gobernador del banco central, Gabriel Galípolo, enfatizó que se está configurando un panorama donde la política monetaria comienza a rendir frutos, aunque de manera gradual y progresiva. El objetivo es alcanzar un equilibrio que permita frenar la inflación, aunque el camino sea más lento de lo esperado.
¿Qué implican estos cambios para la economía?
La caída en las expectativas del mercado se produce en un contexto donde Brasil mantiene una de las tasas de interés reales más altas entre las economías emergentes. Esta situación podría tener repercusiones en el gasto e inversión a corto y medio plazo, lo que plantea interrogantes sobre el crecimiento económico del país.
Expectativas a futuro
Los analistas están atentos a cómo se desarrollará la situación en los próximos meses, considerando que el entorno económico global sigue siendo incierto. La habilidad del gobierno y del banco central para manejar la inflación y fomentar un crecimiento sostenible será clave en este proceso.
