La Creciente Adicción a la Pornografía en Adolescentes Argentinos
La adicción a la pornografía está materializándose como una de las problemáticas más preocupantes entre los adolescentes en Argentina, impulsada por el fácil acceso a la tecnología y la falta de detección temprana.
El fenómeno de la pornografía ha alcanzado cifras alarmantes entre los jóvenes. Según estudios, el 50% de los adolescentes de entre 11 y 13 años ha tenido acceso a contenido pornográfico en línea, lo que coloca esta adicción en un lugar destacado entre las problemáticas modernas de salud mental en el país.
Marcela Artstein, psicóloga y directora de la carrera de Psicología en la Universidad Blas Pascal, enfatiza que el impacto de esta adicción es comparable a las provocadas por sustancias ilícitas, afectando directamente la química cerebral de los jóvenes.
Un Problema de Dimensiones Crecientes
Datos de Save the Children revelan que un asombroso 51% de jóvenes accede a pornografía a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería. Sin embargo, el panorama en Argentina podría ser aún más complejo, ya que carecemos de estadísticas nacionales específicas. Artstein señala que cerca del 90% de los adolescentes ha consumido contenido pornográfico, y alarmantemente, el 15% lo hizo antes de cumplir 12 años.
La Ciencia Detrás de la Adicción
La psicóloga explica que el uso extensivo de tecnología facilita esta adicción. «La química cerebral se ve alterada de manera similar a las adicciones químicas,» apunta Artstein, quien destaca que el trabajo terapéutico requerido para combatir esta adicción es igualmente desafiante.
Las investigaciones neurocientíficas respaldan esta afirmación, indicando que la adicción a la pornografía afecta la actividad neuronal, generando efectos como la sensibilización y la respuesta emocional exacerbada.
Dificultades en la Detección
Artstein advierte que uno de los mayores problemas es la naturaleza silenciosa de esta adicción. «A diferencia de las adicciones evidentes como la de las drogas, en este caso, los cambios son más sutiles y se presentan cuando el problema ya está muy arraigado,» explica. Los adolescentes suelen preferir el aislamiento, lo que dificulta la identificación del problema.
A menudo, la soledad y la búsqueda de intimidad en el hogar contribuyen a que se enclaustren en su consumo de pornografía.
Impacto en las Relaciones Sexual
Artstein cita estadísticas inquietantes de Estados Unidos que muestran que sólo el 37% de los adultos indica haber tenido relaciones sexuales semanales en 2024. Esto indica una desconexión alarmante entre el deseo humano y la acción real. En el grupo de 18 a 29 años, un cuarto de los encuestados no había tenido relaciones sexuales en todo el año.
El consumo de pornografía se convierte así en un sustituto de la interacción sexual auténtica, llevando a muchos a buscar satisfacción individual en lugar de conexión real con otra persona.
La Pornografía como Referente Educativo
Más de la mitad de los adolescentes que consumen pornografía utilizan estos contenidos como guía para sus propias experiencias sexuales. Un tercio de ellos considera que estos videos son su única fuente de información sobre sexualidad, lo que plantea serias preocupaciones sobre la calidad y la veracidad de esta «educación sexual».
La psicóloga destaca que la pornografía distorsiona la percepción del amor y la relaciones sexuales, normalizando comportamientos que podrían considerarse violentos o desiguales.
La Conexión entre Individualismo y Adicción
Durante la entrevista, Artstein cuestionó si el creciente individualismo en la sociedad es tanto una causa como una consecuencia de la adicción a la pornografía. Reflexiona sobre cómo la búsqueda del placer individual puede contribuir a un mayor aislamiento social, aumentando así la incidencia de problemas de salud mental entre los jóvenes.
Artstein comparte su experiencia académica, señalando que muchos estudiantes llegan a niveles avanzados de educación sin haber desarrollado habilidades interpersonales adecuadas, subrayando la importancia de una red social sólida para una salud mental óptima.
