El antecedente entre el asesino de Abril Sosa y la madre de la víctima: Se había hecho el vivo con otra de mis nenas»
La madre de Abril Sosa, la niña de 4 años que hallada asesinada en la ciudad de Córdoba, aseguró que ella y su marido sospechaban del vecino detenido por el crimen y recordó que había tenido problemas con él porque «se quiso hacer el vivo» con otra de sus hijas adolescente. PUBLICIDAD inRead invented by Teads «Ya sospechábamos de Daniel Ludueña», dijo a la prensa Mayra Sidra, la madre de la víctima, en referencia al acusado que participó de la búsqueda de la nena que estaba desaparecida desde el sábado y luego confesó dónde se encontraba el cadáver. La mujer, que está embarazada, cuestionó el accionar de la policía en el comienzo de la investigación, porque siguieron una supuesta pista de ajuste de cuentas narco en el que posiblemente estuvieran involucrados ella y su marido, Cristian Sosa. Es que Sosa había reconocido que en alguna ocasión había vendido drogas y eso hizo suponer a los investigadores el posible ajuste. «Yo decía que tenía que ser alguien que ella conociera, que le tuviera confianza como para irse con él», indicó Sidra respecto de que Ludueña (35) era un vecino de la familia que había ido a su casa en varias ocasiones aunque, aclaró, recién se enteró de los antecedentes penales de aquel tras la desaparición de su hija. Consultada sobre una publicación en su página de Facebook en la que ella insultó a Ludueña y le advirtió «no te metas con Luna», la mamá de Abril recordó que la escribió cuando supo que el ahora detenido se «había querido hacer el vivo» con su hija de 16 años. «Tiene prontuario por la muerte de un sobrino de dos años, que mató y violó tal como pasó con mi hija. Él, sus hermanos y un tío o primo», agregó Sidra, quien opinó que el acusado cometió el crimen junto a otra persona ya que para ella «no lo podría haber hecho solo». «Mientras él asesinó a mi hija y no le tuvo compasión en nada, nos investigaban a nosotros. Quiero Justicia para Abril, no me importa lo que hablen de mí», dijo entre lágrimas. Por último, Sidra contó que tras la desaparición de su hija, una amiga le mostró imágenes del celular con fotos que le había enviado Ludueña, la mayoría de ellas «obscenas», lo que motivó que comenzaran a investigarlo. En tanto, Cristian Sosa, el padre de la víctima, negó que el crimen esté vinculado a su pasado con las drogas: «(La Policía) me pegó el domingo porque pensaban que yo o mi señora teníamos que ver. Ahora no aparece ninguno. No me acuerdo el nombre del oficial que me pegó. Pero quiero aclarar que no ha sido ningún ajuste de cuentas». Luego, el hombre agregó que Ludueña había concurrido a su casa a ayudarlo a pintar y hasta compartieron varias comidas. «Me ayudó a buscar a mi hija cuando él mismo la tenía. Una mente muy enferma. No sé en qué cabeza cabe una cosa de éstas, de venir a golpearte la espalda y decirte: ‘Ya va a aparecer'», relató Sosa, quien coincidió con su esposa que sólo después de la desaparición de Abril conocieron los antecedentes del ahora detenido. Sin embargo, la madre de Ludueña negó que su hijo haya matado o violado a alguien en su vida. «Mi hijo no es un asesino. No violó nunca a nadie y mis nietos (por los hijos de él) están sanos», afirmó la mujer, quien luego reconoció: «Sí, tiene problemas psiquiátricos. No lo voy a negar». Al recordarle que el sospechoso confesó, la mujer respondió: «Pero le han pegado. No confesó por sus propios medios. El domingo lo había agarrado en un auto, pegado y amenazado de muerte». Mientras tanto, Claudia Palacios, la fiscal que intervino inicialmente en la investigación, remitió las actuaciones a su colega que asume el nuevo turno durante la feria, Patricia García Ramírez, quien espera para las próximas horas los resultados de la autopsia al cuerpo de Abril para determinar la mecánica de la muerte y si fue violada. En ese sentido, la fiscal Palacios señaló que «todo indica que fue abusada sexualmente» al tiempo que dijo que la principal hipótesis es que el cuerpo fue trasladado dentro de un bolso y a bordo de un remís hasta la esquina