En la vida universitaria no todos son alegrías. Es cierto que para muchos los años de universidad son inolvidables; una etapa en la que se tiende a madurar y en la que, si tenemos suerte, conocemos buenos amigos e, incluso, grandes amores. Pero pese a ello, los universitarios también tienen malos ratos. Los sufren, sobre todo, en época de exámenes o cuando se acerca la fecha de entregar un sinfín de trabajos. A veces están sometidos a grandes dosis de estrés. A veces, la ansiedad es tal que los estudiantes pueden sentir ganas de llorar. Y precisamente para estos momentos, para que puedan derramar sus lágrimas tranquilamente y en la intimidad, en la Universidad de Utah, en Estados Unidos, han decidido instalar un “armario para llorar”.
10 minutos para llorar
Se trata de una iniciativa pionera a nivel educativo que está teniendo bastante demanda entre el alumnado. De hecho, para usarlo y compartirlo los alumnos deben cumplir ciertas normas. Los estudiantes, por ejemplo, siempre tienen que llamar a la puerta de este armario antes de entrar, para comprobar que el espacio no está siendo ocupado en ese momento. Sólo se puede acceder en solitario y nunca más de 10 minutos. Para controlar el tiempo, incluso, tienen un cronómetro que cada usuario debe apagar al salir del armario. Y para relajarse, en su interior encontrarán una pila de peluches.
Los alumnos que lo utilizan pueden compartir sus experiencias y opiniones en las redes sociales utilizando el hashtag #cryclosetuofu y, a juzgar por los comentarios publicados hasta el momento, parece que está teniendo bastante éxito. Incluso los internautas consideran que sería muy útil instalar este tipo de cabinas para desahogarse en otros centros educativos. Y ello nos lleva a preguntarnos si tal vez este tipo de espacios también tendrían cabida en el ámbito laboral para controlar el estrés que, a veces, nos provoca el trabajo.
Cómo evitar el estrés
Iniciativas como ésta nos indican que el estrés está cada vez más presente en todos los ámbitos de la vida y nos alerta de que es importante seguir ciertos pasos para intentar minimizarlo, especialmente en el entorno laboral. Es imprescindible descansar y dormir bien para rendir más, pero también debemos aprender a desconectar y a relajarnos.
Dibuja para sentirte mejor
Una de las recomendaciones para relajarnos es dibujar. No necesitamos tener dotes artísticas ni ser grandes pintores para coger una hoja de papel, un lápiz y colores y empezar a dibujar. A través del dibujo, lograremos relajar el cerebro y sentirnos mejor. Dibujar flores, por ejemplo, nos ayuda a descansar y para calmarnos tras un enfado, el truco es dibujar líneas. Recrear caminos, laberintos y arcoíris también tiene un efecto positivo.
Dedica tiempo a tu mascota
También está científicamente probado que pasar tiempo con nuestra mascota es beneficioso para la salud y para el estado de ánimo. Es recomendable jugar con ella y salir juntos a pasear. Y no te olvides de acariciarla. Además de fortalecer el vínculo entre ambos, acariciar, por ejemplo, a tu perro ayudará a tu cuerpo a liberar una hormona relajante, reduciendo así tus niveles de estrés.
Practica ejercicio cada día