El chavismo depende de sus opositores

El chavismo depende de sus opositores

El pasado 25 de enero, el Tribunal Supremo de Justicia le ordenó al Consejo Nacional Electoral hacer más difícil que las formaciones antichavistas presenten a un candidato unitario de cara a las elecciones, adelantadas ilegalmente por la Asamblea Nacional Constituyente. Hace ya casi una semana, el 23 de enero, se convocó a las urnas antes del 30 de abril. El Consejo Nacional Electoral excluyó a la mayor alianza opositora del proceso de revalidación de partidos con la excusa de que si los incluía, algunos podrían ser acusados de delito de doble militancia. La revalidación de partidos es una medida del oficialismo para castigar a los grupos políticos que boicotearon los comicios municipales del pasado 10 de diciembre para protestar contra los fraudes cometidos en la elección de gobernadores del 15 de octubre. Las instituciones estatales llaman a votar cuando no hay riesgos serios para la élite cívico-militar chavista ya que se asegura de neutralizar a sus rivales. Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, y Henrique Capriles Radonski, dirigente de Primero Justicia, podrían ganarle a Maduro pero a ellos se les prohibió ejercer cargos públicos por quince años. Hace pocos días, Maduro denunció que los Gobiernos de Estados Unidos, España y Colombia le habían ordenado a la oposición venezolana abandonar el proceso electoral para evitar una derrota y luego le pidió a los antichavistas que «cumplieran su palabra” y no retiraran sus candidaturas. Algunos piensan que dar un paso atrás es la única opción que la oposición tiene a la mano para frenar las arbitrariedades del PSUV. Al momento nadie sabe si la fecha de inicio del nuevo mandato será adelantada. Si Maduro pierde y el cambio de Ejecutivo no se anticipa, el presidente electo podría verse obligado a convivir con el saliente durante nueves meses.