El Consejo Nacional de las Mujeres y el INTA contra la violencia de género

El Centro Deportivo de Alto Rendimiento “Doctor Carlos Pelegrini” (CeDAR) fue el lugar en donde se realizó el taller “Las huertas familiares como herramienta contra la violencia de género”. El encuentro, que se realizó en la provincia de Tucumán y contó con la presencia de la subsecretaria del Consejo Nacional de las Mujeres (CNM), Victoria Montenegro, es el resultado de un acuerdo con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Se trató del primer encuentro, luego de que el 3 de junio, el INTA firmara un convenio con el CNM para acompañar y empoderar a las mujeres a cargo de huertas familiares, haciendo eje en la superación de la violencia económica. Esta capacitación estuvo orientada a técnicos y promotores del programa Pro Huerta con el objetivo de brindar herramientas para el abordaje de la problemática de la violencia de género. En este sentido, el Pro Huerta resulta una herramienta sustancial en el empoderamiento económico y de autoestima de las mujeres víctimas de violencia de género. A través de la comunicación con otras personas, la reconstrucción de redes de confianza y apoyo mutuo, y la restitución de capacidades laborales propias, el Gobierno nacional busca deconstruir los estereotipos de género, promover la igualdad y la equidad entre los hombres y mujeres como un principio de justicia social y detectar situaciones específicas de violencia. Capacitación sobre abordaje integral de la violencia de género en Tres de Febrero Un equipo del Consejo Nacional de las Mujeres capacitó a personal de la Dirección Nacional de Abordaje Crítico perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social en abordaje integral de la violencia y ruta crítica. La actividad fue la semana pasada en la localidad de Tres de Febrero. El objetivo de la jornada fue brindar al personal capacitado herramientas de contención, asesoramiento a las mujeres en situaciones de violencia en el marco de la Ley N° 26.485. Se denomina “ruta crítica” a las decisiones y acciones que deben tomar las mujeres que son víctimas de violencia y a las repuestas que encuentra en la sociedad en la búsqueda de soluciones. La ruta crítica compone un panorama complejo y puede convertirse en un factor de revictimización e inhibidor para las mujeres que no cuentan con una red de contención y asesoramiento que las ayude a superarla. “Romper el silencio”, pedir ayuda, es el primer paso para la solución. A partir de esta difícil decisión las mujeres pueden recobrar el protagonismo en sus propias vidas y los recursos externos adquieren sentido como posibilidades reales para alcanzar una vida sin violencia. La sociedad toda (familiares, amigos, instituciones, agrupaciones) debe acompañar a cada una de las mujeres en su recorrido a través de la ruta crítica e intentar facilitarles el camino. El Consejo Nacional de las Mujeres trabaja para capacitar a distintas instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil en el acompañamiento y asesoría de las mujeres víctimas de violencia para fortalecer redes sociales de contención que las puedan orientar durante este proceso.