Las ventas de alimentos, bebidas y el resto de los artículos de la canasta básica se redujeron en agosto un 0,7 por ciento, lo que supone una retracción acumulada de ocho meses consecutivos en lo que va del año. El conservadurismo de los consumidores tuvo distinto impacto si se toman en cuenta los canales de comercialización. Según el relevamiento de la consultora CCR, en los supermercados agosto cerró con una suba de las ventas de 0,8 por ciento, la primera que va del año. Sin embargo, el desempeño fue peor en otras bocas de expendio, como los «canales tradicionales», que agrupa a los almacenes, pequeños autoservicios, quioscos y negocios de barrio. En este segmento, el desplome fue del 1,9 por ciento, lo que terminó arrastrando el cálculo global del indicador. Desde agosto, el consumo acumuló en los primeros ocho meses de 2014 una caída de 1,2 por ciento, que contrasta con el incremento de 1,9 por ciento con que había cerrado 2013, de acuerdo a las mediciones de esta entidad privada. Los buenos números de los supermercados en agosto se debe a dos causas que confluyen. Por un lado, hubo un incremento sensible en las bebidas, el único rubro en el que aumentó el consumo. Por el otro, sigue siendo clave la acción del programa Precios Cuidados, al que adhieren casi exclusivamente las cadenas, que afecta el comportamiento del público al provocar un redireccionamiento del consumo hacia los grandes establecimiento, en perjuicio de los comercios de proximidad. La «suave» recesión de la economía continúa golpeando al rubro de los alimentos congelados, que perdieron un 7,3 por ciento en unidades en lo que va del año, y cosmética, que bajó un 3,5 por ciento. Pero lo que más preocupa es la caída de las ventas de productos de almacén, que registraron un aumento de precios que supera casi 10 puntos el promedio, ubicándose en torno al 39,8 por ciento, publicó hoy La Nación. En agosto, el consumo del rubro «almacén» -que agrupa a productos básicos como arroz, aceites, yerba mate y fideos- bajó un 2,1 por ciento en unidades y de esta manera completaron un trimestre de números negativos, que se redujo en junio 3,6 por ciento, y en julio fue de 1,1 por ciento. También se acentuó la recesión en el interior del país, con una baja en las ventas en agosto del 1,9 por ciento, contra el 0,7 por ciento a nivel nacional, lo que pone de manifiesto el impacto mayor de la retracción de la actividad en las economías regionales. El dato de la caída del consumo coincide con el de otros relevamientos privados, como el realizado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que midió un desplome interanual de las ventas en el rubro Alimentos y Bebidas del 3,8 por ciento en el octavo mes de 2014. «Las ventas minoristas tuvieron en agosto el peor mes en 5 años», concluyó la entidad en un informe. FUENTE: infobae.com
El consumo de la canasta básica cayó 0,7%
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