Hace 20 años, la instalación de una planta productora de pasta de celulosa frente a Gualeguaychú llevó a Argentina y Uruguay ante la Corte Internacional de La Haya. Los habitantes de Gualeguaychú sentían que los beneficios de esta planta solo beneficiaban a la orilla uruguaya, mientras que ellos soportaban sus consecuencias negativas.

Las profecías más alarmistas no se materializaron: el río no se contaminó en la medida temida, y no se reportaron malformaciones en los bebés nacidos en la región. Sin embargo, el conflicto dejó un legado de mayor conciencia ambiental que, irónicamente, no impidió que los votantes de Gualeguaychú eligieran a un presidente poco comprometido con la protección del ambiente.

Un Nuevo Proyecto en el Horizonte

El proyecto de HIF Global (Highly Innovative Fuels Global), que se enfocará en la producción de hidrógeno verde, suscita nuevamente un debate socioambiental. La empresa, con mayor participación chilena y socios de Estados Unidos, Alemania y Japón, planea establecer una planta en Paysandú utilizando combustibles sintéticos generados a partir de energías renovables.

Circuito de Energía Verde

La iniciativa busca promover la transición hacia energías más limpias y sostenibles. HIF Global ha proyectado instalaciones de un parque solar y otro eólico para abastecer de energía a la planta, argumentando que su producción tendría un menor impacto ambiental en comparación con la dependencia de combustibles fósiles.

La Conexión entre Ambas Orillas

A pesar del conflicto anterior, los lazos entre Argentina y Uruguay siguen siendo fuertes. Personalidades políticas como Nicolás Olivera, intendente de Paysandú, y Rossana Sosa Zitto, viceintendenta de Concepción del Uruguay, ilustran los vínculos familiares y sociales que trascienden las fronteras.

No obstante, la preocupación por la instalación de la planta se intensifica en la región. La microrregión Tierra de Palmares, un área turística clave en Argentina, se encuentra a solo 3.8 kilómetros de la futura ubicación de la planta, lo que provoca recelo entre los habitantes.

Demandas Locales

El intendente de Colón, José Luis Walser, ha solicitado la reubicación de este proyecto, apoyado por su Concejo Deliberante y el gobernador de Entre Ríos. Sin embargo, hasta ahora, no ha obtenido respuesta favorable del gobierno uruguayo.

Un Futuro Incierto

Con una inversión que oscilará entre 4 y 6 mil millones de dólares, la empresa ha obtenido la Validación Ambiental de Locación, permitiéndole avanzar en los trámites. Sin embargo, el camino hacia la producción enfrenta cuestionamientos sobre sus parámetros de seguridad, especialmente considerando que el hidrógeno se extraerá del río Uruguay.

Los expertos advierten que la producción de metanol, un componente crucial en este proceso, puede generar riesgos significativos. La proximidad de la planta al área poblada y turística de Colón genera inquietudes sobre la posibilidad de accidentes, que podrían tener consecuencias devastadoras.

Perspectivas de Riesgo

A medida que la empresa ajuste sus proyecciones de producción –de 560 mil a 876 mil toneladas anuales de metanol–, el temor por su impacto ambiental crece. Para los habitantes de la orilla argentina, los riesgos asociados podrían ser iguales o mayores que para los uruguayos. La falta de sistemas de alerta temprana y medidas de protección efectivas son preocupaciones constantes entre los residentes.

La comunidad local cuestiona la narrativa de la «energía verde» en este contexto, destacando que se trata de un tema complejo que merece un debate profundo y la consideración de intereses tanto económicos como ambientales.