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viernes, noviembre 22, 2024
El dólar libre cerró a $15,09

El dólar libre cerró a $15,09

A menos de tres semanas de las elecciones primarias, el mercado financiero porteño vuelve a vivir un clima de alta especulación y de operaciones electorales que buscan aprovechar la tensión reinante en la plaza para generar mayor incertidumbre sobre la marcha de la economía. En esta ocasión, el dólar blue volvió a ser la herramienta elegida para provocar zozobra, induciendo a una disparada del billete marginal de 54 centavos para llevarlo a más de $ 15.

Como sucede en todos los años en los que hay elecciones, crece la demanda de dólares, ya sea de billetes como de activos nominados en divisas, como los bonos en moneda extranjera y las acciones de alta liquidez en el exterior. La paridad en las encuestas entre los dos principales candidatos, el oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri, agrega una dosis de incertidumbre que profundiza la tendencia a la «dolarización» de carteras de particulares, empresas e inversores institucionales.

Desde una visión macroeconómica, la eventual caída de reservas del BCRA y la imprevisible emisión de moneda hacia diciembre trazan un escenario de mayor atraso cambiario que alimenta las expectativas de devaluación para 2016.

El dólar paralelo, que finalizó a $15,09 en promedio de la City porteña, estuvo contenido en los últimos meses por la liberación de divisas para atesoramiento en el circuito formal. Este año la AFIP autoriza prácticamente el doble de operaciones minoristas que en 2014, que ya superan en 2015 los 3.300 millones de dólares

Muchos de esos dólares se volcaron al mercado negro, para aprovechar el arbitraje de precios entre el dólar «blue» y el oficial, y presionaron a la baja la cotización en el mercado libre. Esta dinámica no se reflejó en pérdida de reservas por la estrategia de tomar yuanes del «swap» con el Banco Central de China y contabilizados por el BCRA como activos, aunque en los hechos se trata de un préstamo que habrá que devolver.

La inclinación por liquidar dólares oficiales en la plaza marginal se interrumpió en las últimas semanas, en particular desde que Scioli confirmó el 16 de junio pasado a Carlos Zannini como su compañero de fórmula, lo que se interpretó como una señal de continuidad para la actual política económica. Los ahorristas optaron por quedarse con los billetes como una cobertura, y la escasez de oferta catapultó al «blue», que sólo en julio subió un 12,6 por ciento. De todos modos, la divisa en la plaza marginal acumula una ganancia de 7,4% en 2015, todavía detrás de la inflación real.

Debilidad de las reservas

El próximo 3 de octubre se producirá el mayor vencimiento de deuda en dólares del año. La cancelación de Boden 2015, por poco más de u$s6.000 millones, significarán una caída entre 3.000 y 4.500 millones de dólares para las reservas líquidas del Banco Central, pues en el mercado estiman que menos de la mitad de esos títulos se canjearán por otra emisión con vencimiento a mayor plazo.

Además, un reciente fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, que vuelve pasibles de embargo a los bonos en dólares con legislación argentina, suma un importante obstáculo para que el Gobierno emita nueva deuda y equilibre las reservas con el ingreso de divisas financieras.

De esa forma, los activos de la entidad caerán en torno al 10% a pocos días de las elecciones presidenciales y quitarán respaldo a los pesos en circulación, cuyo volumen aumenta de modo exponencial este año, debido al creciente déficit fiscal.

La política monetaria asumida en las postrimerías del gobierno de Cristina Kirchner es temeraria. La mayor parte de los pesos emitidos se destinan al Tesoro, para financiar el gasto, y una baja proporción se utiliza para comprar divisas en el mercado mayorista y sumar reservas, operatoria consistente con emisión genuina.

Como sucede en todos los años en los que hay elecciones, crece la demanda de dólares, ya sea de billetes como de activos nominados en divisas, como los bonos en moneda extranjera y las acciones de alta liquidez en el exterior. La paridad en las encuestas entre los dos principales candidatos, el oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri, agrega una dosis de incertidumbre que profundiza la tendencia a la «dolarización» de carteras de particulares, empresas e inversores institucionales.

Desde una visión macroeconómica, la eventual caída de reservas del BCRA y la imprevisible emisión de moneda hacia diciembre trazan un escenario de mayor atraso cambiario que alimenta las expectativas de devaluación para 2016.

El dólar paralelo, que finalizó a $15,09 en promedio de la City porteña, estuvo contenido en los últimos meses por la liberación de divisas para atesoramiento en el circuito formal. Este año la AFIP autoriza prácticamente el doble de operaciones minoristas que en 2014, que ya superan en 2015 los 3.300 millones de dólares.

La cancelación de Boden 2015 en octubre significará una caída de 10% en las reservas

Muchos de esos dólares se volcaron al mercado negro, para aprovechar el arbitraje de precios entre el dólar «blue» y el oficial, y presionaron a la baja la cotización en el mercado libre. Esta dinámica no se reflejó en pérdida de reservas por la estrategia de tomar yuanes del «swap» con el Banco Central de China y contabilizados por el BCRA como activos, aunque en los hechos se trata de un préstamo que habrá que devolver.

La inclinación por liquidar dólares oficiales en la plaza marginal se interrumpió en las últimas semanas, en particular desde que Scioli confirmó el 16 de junio pasado a Carlos Zannini como su compañero de fórmula, lo que se interpretó como una señal de continuidad para la actual política económica. Los ahorristas optaron por quedarse con los billetes como una cobertura, y la escasez de oferta catapultó al «blue», que sólo en julio subió un 12,6 por ciento. De todos modos, la divisa en la plaza marginal acumula una ganancia de 7,4% en 2015, todavía detrás de la inflación real.

Debilidad de las reservas

El próximo 3 de octubre se producirá el mayor vencimiento de deuda en dólares del año. La cancelación de Boden 2015, por poco más de u$s6.000 millones, significarán una caída entre 3.000 y 4.500 millones de dólares para las reservas líquidas del Banco Central, pues en el mercado estiman que menos de la mitad de esos títulos se canjearán por otra emisión con vencimiento a mayor plazo.

Además, un reciente fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, que vuelve pasibles de embargo a los bonos en dólares con legislación argentina, suma un importante obstáculo para que el Gobierno emita nueva deuda y equilibre las reservas con el ingreso de divisas financieras.

De esa forma, los activos de la entidad caerán en torno al 10% a pocos días de las elecciones presidenciales y quitarán respaldo a los pesos en circulación, cuyo volumen aumenta de modo exponencial este año, debido al creciente déficit fiscal.

La política monetaria asumida en las postrimerías del gobierno de Cristina Kirchner es temeraria. La mayor parte de los pesos emitidos se destinan al Tesoro, para financiar el gasto, y una baja proporción se utiliza para comprar divisas en el mercado mayorista y sumar reservas, operatoria consistente con emisión genuina.

Se frenó en julio la inclinación por liquidar dólares oficiales en la plaza marginal
La Base Monetaria crece este año cerca de 12%, unos $55.216 millones según el último dato del Banco Central. Este aumento se explica casi en su totalidad por la demanda de pesos del sector público ($54.108 millones), pues la expansión de pesos por la compra de dólares del BCRA ($18.300 millones) más las operaciones de pases de la autoridad monetaria con los bancos ($15.000 millones) es neutralizada con la emisión de de deuda (LEBAC, por unos $32.000 millones en lo que va del año).

Al dividir los pesos de la Base Monetaria ($516.479 millones al 15 de julio) por las reservas internacionales (u$s33.843 millones) se obtiene un dólar teórico o de «convertibilidad» de $15,26, que le da fundamento al actual precio del «blue» por encima de 15 pesos.

Por otra parte, el rampante ascenso del déficit fiscal augura que la brecha entre el tipo de cambio oficial (hoy en $9,1575 en el mercado mayorista) y el valor que se calcula por el nivel de reservas y de pesos en la economía tenderá a ampliarse.

En los primeros cinco meses del año el déficit financiero se multiplicó por cuatro respecto del mismo período de 2014, por encima de los $87.000 millones. A este ritmo, y al contemplar la estacionalidad del rojo de las cuentas públicas que aumenta hacia fin de año, concluirá el 2015 en un rango entre 300 y 400 mil millones de pesos, entre 6 y 8 por ciento del PBI.

 

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