En lo que va de la semana sumó $ 1,02 a la cotización del lunes. Desde el Banco Central se espera una fuerte baja.
El «veranito» de Luis Caputo en el Banco Central y su batería de medidas duró menos de dos semanas: el mercado volvió a presionar y el dólar subió ayer 63 centavos para ubicarse en los 28,68 pesos promedio para la venta, muy cerca del récord de 28,85 que alcanzó el 15 de junio pasado.
No se está ante un panorama como la tormenta cambiaria de mayo, pero la incertidumbre va en aumento porque se van sumando factores externos que golpean al país y también crecen las dudas de los inversores sobre la eficacia de la política monetaria para defender al peso y sobre el plan macroeconómico.
En el segmento mayorista, el tipo de cambio subió ayer 2,4% en la jornada para ubicarse en los 28,10 pesos vendedor. El volumen negociado se ubicó en los 716 millones, en línea con el promedio del resto de la semana.
Todos estos datos indican que el dólar se ubica sólo 17 centavos por debajo del nivel en el que lo dejó Federico Sturzenegger el 14 de junio. ¿Se esperaba una fuerte baja? Sí. Caputo llegó con el objetivo de estabilizar al billete entre 26 y 27 pesos.
En el medio, el funcionario subió los encajes bancarios y bajó la tenencia de dólares de las entidades financieras, inició el desarme de Lebac, vendió 650 millones de dólares del Tesoro (que llegaron del FMI) y acordó con las cerealeras un mayor nivel de liquidación.
Incluso, Caputo venía vendiendo 100 millones de dólares por cuenta del Tesoro por día y ayer decidió elevar un 50% el monto. Así, subastó 150 millones y hoy volverá colocar ese mismo monto.
La pregunta del millón entonces es: ¿por qué sube otra vez el precio del dólar? La causa principal es que la oferta privada no logra cubrir la demanda y los vendedores piden precios más altos cada día para desprenderse de sus dólares.
Esa situación se da, a su vez, por una multiplicidad de factores. A esta altura del mes, explicó el operador de cambios Gustavo Quintana, incide fuerte la demanda para cumplir con pagos por importaciones y otros compromisos.
Además, se acercan las vacaciones de invierno y quienes tienen pensado viajar al exterior compran dólares. En mayo, por ejemplo, se vendieron 862 millones para turismo y este mes, dicen los analistas, ese monto será superado.
También se superaría otro número: los 3.439 millones para atesoramiento. Es que los ahorristas no confían en el peso, incluso con la suba de tasa hasta el 47% anual que Caputo convalidó para las Lebac que vencen en julio.
En los últimos doce meses, los argentinos y extranjeros que tenían inversiones financieras en la Argentina compraron 33.252 millones de dólares y los «fugaron» del sistema bancario. O se lo llevaron al exterior o los guardaron «debajo del colchón».
Otro dato que agregó nerviosismo ayer fue el rumor sobre la posibilidad de que el Gobierno aplique un impuesto a los gastos en pasajes y compras en el exterior. Fuentes de Hacienda desmintieron a Los Andes este trascendido.
El economista Miguel Bein opinó que si eso se llegara a concretar sería «el inicio de la kirchnerización del macrismo». Y se quejó del anuncio de la AFIP sobre que controlará la situación fiscal de quienes viajaron a Rusia para ver a la Selección de Fútbol.
La suba de ayer en el precio del billete verde se dio a pesar de que el dólar se debilitó en el mundo, poniendo una pausa a una racha alcista de seis jornadas, por una revisión a la baja del crecimiento estadounidense durante el primer trimestre del año.
Pero, a pesar de esa pausa, los inversores del mundo se siguen retirando de los mercados emergentes -entre los que está la Argentina- para buscar «destinos más seguros» para sus capitales por lo que venden sus bonos, letras o monedas locales y van al dólar.
No obstante, a ningún país del planeta esta situación le pega con tanta virulencia como a la Argentina: con 2,4%, el peso fue el que más cayó ayer, seguido por la rupia indonesia, con 1,47%. El peso mexicano se apreció 2,11%; la lira turca, 0,47%; y el real brasileño, 0,14%.
Por su tamaño pequeño, el mercado argentino no tiene capacidad de respuesta ante los golpes externos. Y además, comenzaron a impactar con fuerza las previsiones de recesión reconocidas por el propio Gobierno para este trimestre y el próximo, que arranca el lunes. Sin una previsión certera y concreta de cuándo finalizará ese bajón.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció medidas para «facilitar el crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
La autoridad monetaria anunció la flexibilización de capitales mínimos porque, se detalló, en la actualidad, los bancos deben conservar 6 pesos por cada 100 pesos otorgados a mipymes en créditos inferiores a 10 millones de pesos. Se indicó que el tope ahora pasará a ser de 30 millones de pesos.
La entidad que conduce Luis Caputo informó también que se aplicará un «redireccionamiento de encajes» y que «los bancos podrán utilizar los fondos provenientes de franquicias de encajes para aplicarlos a líneas crediticias destinadas a las mipymes y al plan «Ahora 12» y sus complementarios.
Otra de las medidas que se anunció fue respecto al descuento de cheques: «Se elimina el tope vigente del 15% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) para considerar garantía preferida al descuento de documentos».
Se indicó que así «los bancos podrán aplicar menores previsiones a esta clase de operaciones y, por su parte, las mipymes tendrán más facilidades para acceder al crédito».