Desglosa FyEConsult los motivos de la pérdida de competitividad cambiaria registrada desde marzo: 1. Un 69% a la política de ajuste de precios relativos al alza (tarifas) que terminó generando un incremento de las presiones inflacionarias en lo que va del año. 2. Un 26% a la política cambiaria de flotación sucia que terminó convalidando una caída del valor nominal del dólar de $16 a $13.80 entre marzo y junio último (el tipo de cambio multilateral nominal cayó un -6%). 3. Un 5% a otros factores. Y aquí el dato que hay que tener en cuenta: «Con relación al dólar, la pérdida fue del -73%, haciendo que el tipo de cambio real bilateral contra la moneda norteamericana se ubique en niveles del “1 a 1”, similar a los de fin de la Convertibilidad». Luego, algunas consecuencias no homogéneas de la pérdida de competitividad cambiaria efectiva: «La reducción diferencial de retenciones a exportaciones aplicada a los diferentes sectores productivos hizo que: 1. La ganancia de competitividad del Sector Industrial desde la salida del cepo se haya reducido del 44% al 20% entre marzo y junio de 2016, mostrando una tendencia de deterioro a futuro clara, tal como se puede advertir en el gráfico adjunto. 2. La ganancia de competitividad del Sector de Maíz y Trigo sigua siendo significativa, del 44%/46% desde la salida del cepo, manteniendo un colchón muy importante con relación a diciembre de 2015, a pesar del deterioro cambiario reciente. En el “pico” alcanzado en marzo último, la mejora de competitividad cambiaria llegó a niveles del 74%/76%, respectivamente. 3. La ganancia de competitividad del Sector de Soja si bien no ha sido importante (20% desde la salida del cepo cambiario), contabilizando la suba del precio de la soja terminó resultando muy significativa respecto a noviembre de 2015 (del 40% apróx.).» Por esto se impone una fuerte reducción de la tasa de inflación, para comenzar a ordenar la situación. Pero no es la única asignatura pendiente, dada la existencia de un déficit fiscal importante y la continuidad de la política económica en términos generales. Si esto ocurriese en los plazos que se autoconcedió la Administración Macri (2do. semestre 2016 y todo 2017), FyEConsult considera que «la oferta de dólares proveniente del campo tenderá a aumentar» aunque no implica una mejora del tipo de cambio real. «> Esta mayor oferta de dólares profundizará la dinámica de apreciación real cambiaria que se viene observando. > Dada la mejora de la rentabilidad del campo con relación a la industria producto de la reducción de las retenciones aplicadas a las exportaciones y la mayor apertura comercial, entendemos que una parte importante de la actividad industrial terminará perdiendo la ganancia cambiaria obtenida desde que el actual Gobierno devaluó. > Los sectores industriales que más se verán afectados son los vinculados al mercado interno y a la sustitución de importaciones. > El agro mantendrá cierto colchón cambiario producto de la baja de retenciones a las exportaciones (maíz, trigo y derivados, especialmente) y a los todavía elevados precios internacionales de los commodities. > Un crecimiento económico más intensivo en campo que en industria y servicios implicará una menor generación de empleo a futuro.»
El dólar ya está como en 2001
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