El hombre más rico del mundo anunció hoy que su matrimonio de 25 años llegaba a su fin. Jeff Bezos, el dueño de Amazon con una fortuna estimada en 137.000 millones de dólares, anunció en su cuenta de Twitter que iniciaba el divorcio de su esposa MacKenzie.
“Luego de un largo período de exploración de amor e intentos de separación, hemos decidido divorciarnos y continuar nuestras vidas como amigos”, según un comunicado firmado por ambos publicado en la cuenta del CEO de Amazon.
Bezos, de 54 años y McKenzie, de 48, se conocieron y se casaron cuando ambos trabajaban en D.E. Shaw, un fondo de inversión neoyorquino, a comienzos de los 90. Poco después renunciaron y se mudaron a Seattle, donde Bezos fundó Amazon. Ahora es el hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada en 137.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
El divorcio podría hacerlo caer del puesto número uno del ranking de multimillonarios y volver a cederle el puesto al cofundador de Microsoft, Bill Gates, ya que en el estado de Washington –donde ellos y la empresa tienen domicilio— todas las propiedades y deudas adquiridas durante el matrimonio deben ser divididas en partes iguales por la Corte si ellos no hubieran negociado un acuerdo previo. Bezos podría perder el control de la compañía, con lo que las acciones de la empresa podrían caer, estiman los expertos.
McKenzie es autora de múltiples novelas, entre ellas “Traps” y “The Testing of Luther Albright”. En una reciente entrevista con Vogue, ella había dicho que las diferentes personalidades de ambos se complementaban. “A él le gusta conocer gente. Es un hombre muy social. Los cócteles a mí me ponen nerviosa. La brevedad de las conversaciones, la cantidad… no es mi lugar preferido”.
Tienen cuatro hijos. En su comunicado conjunto, la pareja dijo que esperan continuar trabajando juntos como “padres, amigos, y compañeros en proyectos”. “Tuvimos una gran vida juntos como matrimonio y tenemos un gran futuro por delante”, señalaron.
Hasta hoy, los divorcios más costosos en Estados Unidos fueron el de los empresarios inmobiliarios y turísticos Steve y Elaine Wynn, en 2010, estimado en 1.000 millones. El magnate petrolero Harold Hamm también tuvo que pagar a su esposa un cheque de 974 millones en 2012 por su divorcio.