El periodista reflexionó respecto del poder las barras y del rol de la dirigencia, al mismo tiempo que defendió el accionar de Angelici.
Alejandro Fantino abrió su programa de este lunes en Radio La Red con un crudo editorial en el que analizó todo lo ocurrido el último fin de semana con la postergación de la Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca tras los desmanes ocurridos en los alrededores del estadio Monumental. El periodista fue muy duro con la organización del encuentro, pero respaldó la decisión del presidente de Boca, Daniel Angelici, de ir a la Conmebol a reclamar los puntos y, por ende, el título para «El Xeneize». Además, hizo un análisis sobre el surgimiento de las barras bravas en el fútbol argentino y apuntó directamente contra el fallecido presidente de la AFA, Julio Grondona. Las frases más destacadas del editorial de Alejandro Fantino: «Hace tiempo les vengo diciendo que es game over en argentina el tema del fútbol… El fútbol argentino está totalmente terminado, desde la época de (Julio) Grondona». «La Conmebol le terminó tirando el fardo a Boca y a River, cuando debería haber suspendido el partido ni bien entró el médico y vio el estado de los jugadores. Si hubiese sido al revés, estaría diciendo lo mismo. No podían jugar, no se podía jugar el partido, no podía quedar en manos de Angelici o de D’Onofrio la decisión. Era imposible». «Peritaron el micro. En la silla de Gago el vidrio no se rompió y quedó una mancha amarilla al altura de su sien. Era gas mostaza o agente irritante. Si se rompía el vidrio, él recibía una especie de baldazo de chorro de gas directamente en su oreja y en sus ojos. Lo salvó que resistió el vidrio». «La dirigencia del fútbol argentino de años a hoy no ha podido erradicar nunca la violencia. Las barras las instaló Grondona» «(Las barras) están en todos lados. Cada vez tomaron más poder, empezaron a manejar la droga, los estacionamientos, ganaron dinero con puestos y se hicieron mafias rentables». «Me cierra un ajuste de cuentas por parte de la barra de River porque les reventaron el negocio de la reventa de entradas » «Esto es parte del estertor del Grondonismo, esto es el fútbol que nos dejó esta gente». «Esto pasa por la cultura del aguante, por ensalzar al violento, al barra. Nos ganaron culturalmente». «Boca hizo lo que tenía que hacer y que ahora se cumpla el reglamento. El Tano Angelici fue a la reunión y ¿qué quieren que haga? Si no firmaba ese papel, se jugaba el partido. Es posible que River ganara 3-0 porque sus jugadores estaban en su casa, en mejores condiciones, con menos estrés o que ganara Boca con gol de Wanchope y nos colgábamos del travesaño. Sinceramente, ¿ustedes piensan que se podía jugar así?» «La responsabilidad no tenia que estar en D’Onofrio y Angelici. Tenía que suspenderse antes el partido, no se puede jugar así». «Angelici hizo lo que tenía que hacer. Deciden ir por los puntos o por lo menos que se aplique el reglamento. Que digan si estamos en igualdad de condiciones a lo que se vivió con River en el 2015, si es lo mismo o no». «Yo creo que Boca debería recibir los puntos de este partido para que se aprenda de una vez por todas que los salvajes no pueden ganar. Yo lo viví con el sorete del ‘Panadero’, a mí me sacó una Libertadores. No entiendo de reglamento, lo expreso como socio y simpatizante: deberíamos ganar esta serie». «Si Boca sale campeón, no voy a ir a ningún festejo ni a la Bombonera, ni a la cena privada con los jugadores. Ya se desvirtuó esto. Ya pasó a un segundo plano absolutamente todo». «Los barras son los dueños del fútbol, los paramilitares de la guerrilla colombiana. Le pelean al Estado, pasó en All Boys y este fin de semana. Es una fuerza de choque armada por el fútbol, por la AFA». «Ustedes (los dirigentes) son víctimas del monstruo que crearon. Ahora te tira piedras y te puede hacer perder una Copa Libertadores. Rodolfo (D’Onofrio), vas a tener que decirnos quién les dio las entradas». «Culturalmente nos ganaron, el país se ‘barrabravizó’ en todo sentido». «Algún día voy a ser dirigente de Boca, me lo planteo cada vez más. Tengo ganas de hacer polític