Desde hace más de un mes rige en Siria una frágil tregua, que sólo excluye formalmente a las milicias que tanto Damasco y su aliado, Moscú, como las potencias occidentales y sus socios en la insurgencia armada consideran «terroristas» y demasiado radicales: el EI y el Frente al Nusra. En este marco, el Ejército sirio mantiene una fuerte ofensiva para hacer retroceder al EI en el centro del país. Primero recuperó la ciudad histórica de Palmira, donde encontró que al menos el 80% de las ruinas grecorromanas protegidas por la Unesco siguen intactas, y este domingo continuó su avance hacia el sur, sobre la localidad estratégica de Al Qariatain. Una fuente militar citada por la agencia oficial SANA aseguró que las tropas «restauraron la estabilidad y la seguridad en toda la ciudad» y que expulsaron a todos los combatientes del EI que dominaban la ciudad desde hacía casi un año, según la agencia de noticias EFE. Este anuncio, sin embargo, fue desmentido por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres. Según sus informantes en el terreno, las tropas lograron tomar más de la mitad de la ciudad, pero los combates aún continúan en el norte y sur de la localidad. El Observatorio además informó que el avance del Ejército fue posibilitado por más de 40 bombardeos aéreos lanzados por aviones sirios y rusos. El frente de guerra en la provincia de Homs, en el centro del devastado país, se trasladó a Al Qariatain después de que el Ejército retomara hace una semana Palmira. Muchos de los islamistas del EI que huyeron de Palmira se refugiaron en Al Qariatain, una localidad donde aterrorizaron a la minoría siriaco-católica, y la mayoría de estos combatientes ya escaparon de nuevo, esta vez hacia al pueblo vecino de Al Sujna. Mientras tanto, en el principal frente de batalla del norte del país, al menos 12 combatientes de la milicia chiíta libanesa Hezbollah, uno de los principales aliados en el terreno del Ejército sirio, murieron en las últimas 48 horas en combates con el Frente al Nusra y otros grupos rebeldes islamistas cercanos en el sur de la provincia de Alepo, lindante con Turquía. En este frente de batalla, los que están a la ofensiva no son las fuerzas pro Damasco, sino los insurgentes. La rama local de Al Qaeda está avanzando sobre está región y, según el Observatorio, el sábado lograron tomar el control total de la localidad de Ayas y su periferia. La misma fuente sostuvo que el Ejército está intentando frenar este avance bombardeando con barriles de explosivos -una táctica repudiada por la ONU por su destrucción indiscriminada- sobre Ayas, al igual que sobre el pueblo cercano de Al Zurba y partes de la ruta que une Alepo y Damasco, la capital del país. Pese a la tregua que rige en el país desde el 27 de febrero, el conflicto en sirio está lejos de resolverse. Mientras el cese de hostilidades sufre violaciones diarias, ambos bandos y sus socios internacionales aún no pusieron fecha para reanudar las negociaciones de paz en Suiza, un proceso con el que dicen querer poner fin a la guerra que sacude al país árabe desde hace más de cinco años y que ya mató a más de 270.000 personas.
El Ejército sirio continúa su ofensiva contra el EI y recupera una nueva ciudad
Que opinas? Deja tu comentario