La fiscalía pública de Braunschweig, en Alemania, impuso una multa de 1.000 millones de euros al Grupo Volkswagen por haber instalado ilegalmente un software para cambiar los resultados de los controles técnicos de emisiones contaminantes en 11 millones de vehículos con motor diésel, vendidos entre 2009 y 2015.
Esta es la primera multa que se le aplica al grupo alemán en el Viejo Continente por el «dieselgate».
El importe, aceptado por la automotriz tras realizar su propia investigación, contempla el abono de una multa de 5 millones de euros, mientras que los 995 millones restantes corresponden ala devolución de beneficios económicos.
Vale destacar que esta sanción es infinitamente menor a la que Volkswagen debió afrontar en los Estados Unidos, donde además de declararse culpable de fraude y obstrucción a la Justicia tuvo que pagar US$ 26.000 millones para afrontar distintos frentes a pesar de que los vehículos manipulados en ese país no llegaban ni al 10% de los afectados en todo el mundo.
Aunque la aceptación de la multa finaliza el procedimiento administrativo, varios ejecutivos y ex funcionarios están bajo la lupa de la Justicia en distintas investigaciones, tanto en Alemania como en Estados Unidos.
El anuncio de la sanción económica llega tras un periodo en el que se destaparon nuevas irregularidades en varias marcas pertenecientes al Grupo Volkswagen.
Audi fue obligado a enviar a revisión a unos 60.000 vehículos(modelos A6 y A7) tras revelarse que el dispositivo de gestión utilizado en los motores diésel V6 3.0 litros era fraudulento.
Porsche, por su parte, también debió realizar un recall masivopor otro posible sistema ilegal asociado a los motores diésel utilizados en los SUVs Macan y Cayenne. Los modelos afectados también son 60.000. Por un lado, 52.831 unidades del Macan equipado con el motor TDI V6 de 3.0 litros y 6.755 unidades del Cayenne con el propulsor V8 TDI de 4.2 litros.