Así lo destacó un análisis del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (Geenap), elaborado por Aixa Ratta y Santiago Gonzales, que precisó que las empresas de acarreo llevan acumulados desde 2008 subsidios por $ 186 millones. Actualmente el servicio está concesionado a dos empresas: Dakota-STO en zona norte, y BRD-SEC en el sur de la ciudad, ambas con los contratos vencidos desde 2001. Estas empresas recaudan tanto por el sistema de parquímetros como por los acarreos cuando un vehículo se encuentra en infracción. De acuerdo con la información brindada por el gobierno porteño a un pedido de informe, BRD realizó 39.022 acarreos durante 2013, lo que implica un promedio de 3.251 por mes. Por su parte, Dakota realizó en el mismo período 66.491 acarreos, lo que implica un promedio de 5.540 mensuales. Por otro lado, para el primer trimestre de 2014, BRD había acarreado 34.882 vehículos, y Dakota 29.493. «El canon que pagan estas empresas es irrisorio: $ 55.000 mensuales cada una», subrayaron Ratta y Gonzales. Actualmente cada acarreo tiene un costo de $ 580 lo que significa, de acuerdo con la información dada por el gobierno porteño para un año completo, que sólo por acarreos las empresas recaudan, $ 38.564.780 Dakota, a razón de $ 3.213.731 por mes; y $ 22.632.760 BRD, es decir, $ 1.886.063 mensual. Además, por el estacionamiento medido, las compañías absorben un activo de $ 3.120.000 cada 30 días, y de esta manera, sumando lo recaudado por el acarreo y el pago de parquímetros, y tomando como ejemplo a Dakota, se consolida una caja de alrededor de $ 6 millones por mes, y en términos anuales, el importe trepa a una cifra cercana a los $ 72 millones. Los analistas del Geenap destacaron que «un tema que sigue generando polémica es que las dos empresas a cargo del acarreo de autos siguen operando con sus contratos vencidos desde 2001 y hasta el momento, no fueron renovados por el Gobierno porteño». El contrato de Dakota venció el 21 de febrero de 2001, mientras que el de BRD caducó el 25 de marzo del mismo año. Además actualmente los parquímetros los manejan SEC y STO, las mismas empresas de las grúas, y consiguieron prorrogarlos con permisos precarios a cinco años, según la Auditoría de la Ciudad. «La cantidad de años es una clara estrategia: la Legislatura sólo interviene en concesiones más largas, por lo que las prórrogas pasaron inadvertidas y sin hacer ningún tipo de ruido», remarcaron Ratta y Gonzales. Puntualizaron que «respecto del gravamen de la concesión, las empresas pagaron durante años un valor ínfimo de $ 1.000, que en 2009 pasó a $ 30.000 y recientemente a $ 55.000, una cifra igualmente irrisoria, ya que con sólo acarrear 95 autos (a $480 el acarreo), es decir en unas 8 horas de trabajo, las concesionarias ya lo cubren». También pusieron de relieve que «otro punto es que no hay tiempo perdido para el gobierno porteño a lo que ajuste de tarifas se refiere», y señalaron que «tal es así que desde 2007 hasta hoy Macri aumentó por decreto en 530% el costo de acarreo». En el 2007 la tasa de remoción y acarreo era de $ 92; para el año siguiente aumentó 63% y se ubicó en $ 150; y ahí sufrió una nueva suba de 26,6% para pasar a costar a $ 190, que ya en 2012, y tras un nuevo incremento de 84%, se convirtió en $ 350. El año pasado un nuevo aumento, de 29% esta vez, la puso en $ 450; y desde principios de 2015, pasó a $ 580, con un salto de 29$ más. Simultáneamente se ajustaron las tarifas de los parquímetros, que en el primer semestre de 2014 costaba $ 1,40 la hora, en julio de ese mismo año subió a $ 3 pesos, es decir, 114%; y actualmente está en $ 4, es decir, 33% más; acumulando «un tarifazo serial de 186% en ocho meses», concluyó el análisis del Geenap.
El gobierno porteño destinó más recursos a empresas de acarreo que a infraestructura escolar
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