El hijo de Leo Rosenwasser: ¿Murió de sobredosis? Ya está mamá, dejémoslo descansar en paz
El 17 de febrero del año pasado no fue una fecha más en la vida de Raquel Bermúdez, quien en la madrugada de aquél día recibió la noticia del fallecimiento de Leo Rosenwasser, su ex marido y padre de sus hijos Baltazar y Martina. Y, si bien 365 días pueden parecer mucho tiempo en la vida de cualquier persona, no fueron muchas las cosas que cambiaron en su vida. La situación es regular, ni buena ni mala. Estoy viviendo el día a día como puedo, la verdad que fue un año muy difícil para los chicos, y para mí por supuesto. Mucha gente se borró, ni siquiera llaman para saber cómo estoy, si los chicos comen o no comen, arrancó su testimonio la mujer, quien sobrevive más que nada gracias a la ayuda que le brindan sus padres. La estoy peleando, tengo la ayuda de mi familia, que vive en España, pero no puedo vivir toda mi vida con la asistencia de mis viejos, se sinceró Raquel, a quien el dinero que recibe como empleada en un estudio jurídico no le alcanza para darle a sus hijos la vida que a ella le gustaría que tuvieran. De hecho, su hijo mayor, Baltazar, quiere salir a trabajar para poder ayudarla económicamente. Tiene que estudiar, pasó a 5to año, del colegio me apoyan mucho, me dieron media beca. Él quiere salir a trabajar, pero es complicado, porque es menor. Yo no quiero que trabaje, pero él quiere ayudar a pagar las deudas, comentó a Teleshow. Estoy pensando qué hacer yo para tener una vida más o menos bien, no te digo de autos, de lujos, pero aunque sea lo mínimo. Es como que me cambió la vida, pero tengo que seguir, no queda otra, se resignó Bermúdez, quien si bien cuando fue la muerte del ex VideoMatch no tenía donde vivir consiguió un departamento en Belgrano gracias a la ayuda de una familia amiga. Encontré a una familia divina, un matrimonio que me vio y me prestó un departamento, se lo alquilé y estoy pagando como puedo, confesó la ex secretaria de Gerardo Sofovich, quien rescató a Nazarena Vélez -también mencionó a Jorge Zonzini y a Mauricio D´Alessandro, aunque éste último dejó de ayudarla económicamente porque a ella le daba pudor pedirle que le hiciera el depósito del dinero cada mes- como una de las pocas personas que sigue a su lado desde un primer momento. Es amiga mía, me conoce desde que laburábamos juntas con Gerardo Sofovich. Me llama, viene a mi casa, nos encontramos. Vivimos más o menos lo mismo, reconoció, para luego centrarse en la muerte del autor de frases célebres como el Rompé Pepe. Nunca supimos de qué murió. La causa está parada, está todo ahí, yo quería ir hasta las últimas consecuencias pero mi hijo me dijo: ‘¿De qué puede haber muerto? ¿Sobredosis? Ya está mamá, dejémoslo descansar en paz’. Se convirtió en un hombre de repente, pobrecito. Y Martina está mal, sufre, llora, sentenció. Están haciendo una terapia, cada 15 días los llevo. Y la que desapareció fue Sofía, la madre de Leo. Vive a ocho cuadras, pero a mí me dejó de llamar, está sola y los nietos ‘bien gracias’, ni siquiera sabe si tenemos para comer, sentenció la mujer, quien reconoció que todavía no pudo ir a visitarlo al cementerio. Siempre que queremos ir pasa algo, o llueve o alguno de los dos chicos tiene algo. Queríamos ir ahora, ellos me están pidiendo, la idea es hacer una misa e ir a verlo. Seguro que sí, que vamos a ir a verlo, confesó Bermúdez, para quien el recuerdo de Leo está presente en los frutos de su amor con él Los chicos tienen cosas de él, cosas de Leo están en ellos, me quedó eso, que veo cosas del padre en ellos, una risa, un chiste, una joda, lo que era él, concluyó.