La vida cotidiana en Caracas

Mientras el presidente Nicolás Maduro responde a las advertencias del mandatario estadounidense, Donald Trump, sobre posibles acciones militares, los habitantes de Caracas intentan afrontar la dura realidad económica. En el mercado de Quinta Crespo, la preocupación por la escasez y los altos precios de los alimentos eclipsa cualquier temor a invasiones.

Preocupaciones económicas por encima de la política

Alejandro Orellano, un vendedor que lleva cinco años en el negocio de las hortalizas, manifiesta una opinión generalizada: «La verdadera batalla es contra el alza del dólar, no contra la intervención militar», señala mientras observa a los pocos clientes que se acercan a su puesto.

La falta de compradores y el aumento constante de precios generan un ambiente tenso, especialmente al escuchar villancicos navideños que contrastan con la soledad de los pasillos repletos de frutas y verduras. Un kilo de pollo, por ejemplo, cuesta cuatro veces más que el salario mínimo mensual.

Escépticos ante las amenazas externas

Consuelo, una académica de 74 años, expresa su duda frente a las posibilidades de una intervención militar. «Es mejor no caer en el nerviosismo. La incertidumbre solo envenena», asegura. A pesar de la tensión política, muchos como ella prefieren mantener la calma y centrarse en lo esencial: sobrevivir en un país que enfrenta una crisis alimentaria.

El temor y la esperanza de un cambio

Bárbara Marrero, una chef pastelera de 40 años, comparte el sentimiento de muchos venezolanos: «Esperamos que algo ocurra, porque hemos vivido años sumidos en la miseria». Sin embargo, también advierte sobre el miedo y el silencio que la sociedad siente al expresar opiniones contrarias al gobierno.

Críticas a la retórica del régimen

El gobierno de Maduro ha intensificado su retórica nacionalista, acusando a Estados Unidos de ser responsable de los problemas económicos. A pesar de su optimismo sobre el crecimiento del PIB, la inflación sigue siendo una carga pesada para la población, proyectándose en un 548% para este año, según el FMI.

La voz del miedo en un ambiente de tensión

Esther Guevara, trabajadora de un laboratorio, no oculta su preocupación por la posibilidad de un ataque. «Puede morir gente inocente», dice, al tiempo que reconoce que la incertidumbre afecta la salud mental de muchos. Los temores no se limitan a la economía: la represión de voces independientes ha llevado a un silencio incómodo entre los vecinos.

Buscando paz en tiempos difíciles

Los ciudadanos se manifiestan con frases de esperanza, pero también con resignación. Javier Jaramillo, de 57 años, muestra su preocupación por la escasez de alimentos más que por posibles conflictos externos: «Lo que queremos es paz y un arreglo».

Un llamado a la vigilancia

Mientras tanto, Maduro solicita «mil ojos» en la defensa del país. Las advertencias sobre una supuesta interferencia de la CIA resuenan en el ambiente, pero muchos ciudadanos prefieren ignorarlas y continuar con sus vidas cotidianas, buscando salir adelante en un entorno adverso.