Hacía dos años que Diego Armando Maradona no venía a la Argentina. Y como cada vez que lo hace, se genera un revuelo alrededor de su estadía. Los medios periodísticos montan una guardia para seguirlo a cada paso y, como en este caso ocurrió cuando salía de la casa familiar de Villa Devoto, a veces el Diez sorprende y se detiene a hablar de todos los temas.
Relajado y con Rocío Oliva a su lado, Diego bajó la ventanilla del auto y le dio una entrevista a los medios que aguardaban su testimonio. Sobre todo, habló en relación a sus hijas Dalma y Gianinna, con quienes mantiene un enfrentamiento mediático desde que ellas apoyaron a Claudia Villafañe en la causa judicial que afrontan.
«Encontré a mi familia bárbara. Sin ninguna queja», arrancó la charla, en referencia al encuentro con alguna de sus hermanas. Después hizo un repaso por cuestiones futbolísticas y le entró duro al presidente Chiqui Tapia (ver Deportes).
Con respecto a su estado de salud y aquel video en que se lo veía muy mal en el estadio de Rusia, aclaró que «No tengo ni tuve nada. Estaba con mi mujer y había visto a Benja, que es lo más grande del mundo. Y eso tal vez es lo que me produjo un shock muy grande».
Acerca de los audios que se viralizaron y que lo dieron por muerto, le preguntaron si seguía enojado como cuando ofreció recompensa por saber quién los había mandado. Y aclaró que «Voy a dejar que la justicia actúe. No voy a dar nombres porque hay gente muy importante y a esa gente no la voy a denunciar. La voy a ir a buscar a la casa directamente. Y golpearle la puerta o tocarle el timbre. Me ven demasiado bien y eso les duele».
Después llegó el turno de hablar de sus Dalma y Gianinna. «Llegué ayer. No pude ver a mis hijas y la agenda está completa. Aparte tengo que volver urgentemente a Bielorrusia a armar el equipo», arrancó.
Al ser consultado por un encuentro con Dieguito Fernando, el hijo que tiene con Verónica Ojeda, sorprendió cuando dijo que «Pedimos turno para mañana (por hoy) ir a verlo. Con Dalma y Gianinna no hablé porque no nos dieron los tiempos, pero son dos fieras».
Con Rocío Oliva a su lado, Diego destacó que «somos como toda familia. Nos peleamos y nos amigamos. A veces dura más la pelea, pero yo estoy bien con ella y en cualquier momento mando una invitación», dando a entender que otra vez tienen planes de casamiento.