Expertos de la Policía Científica comenzaron hoy con los peritajes balísticos para determinar la trayectoria de los disparos que efectuó el cirujano Lino Villar Cataldo (61) que mataron al ladrón que pretendía robarle su auto el viernes de la semana pasada en Loma Hermosa. Un adelanto preliminar indica que el médico habría disparado desde muy cerca contra el asaltante. Los peritos de la Policía Bonaerense comenzaron hoy con los peritajes sobre la pistola Bersa modelo Thunder Pro calibre 9 milímetros que pertenecía a Villar Cataldo y sobre el pistolón calibre .16 marca Rexio sin numeración que poseía el asaltante Ricardo Krabler (24). El primer punto de peritaje fue establecer por un lado si ambas armas eran aptas para el disparo, pero también intentarán determinar la trayectoria de los disparos efectuados por el médico para establecer la mecánica de los mismos y poder verificar si es coincidente con lo que declaró en su indagatoria. En principio, los especialistas le adelantaron a la Justicia que el médico hizo los cuatro tiros desde corta distancia. Esto podría poner en crisis su versión: que cuando tiró estaba amenazado de muerte y que tiró al bulto. Todo indica que estaba en una posición «cómoda» de tiro. Además, los peritos analizan el auto Toyota Corolla del médico, para ver si allí quedó algún rastro que no pudo ser levantado en una primera inspección realizada apenas ocurrió el hecho. «En principio ya sabemos que el pistolón del ladrón no tenía balas ni gatillo, lo que hace que no fuera apto para utilizar. Los peritajes van a aportar algunas cuestiones básicas, pero otras que pueden corroborar o no la versión aportada por el imputado», dijo a Télam un investigador con acceso al expediente judicial. Es que el médico contó en su indagatoria que, después de que fue atacado a golpes por el delincuente y arrojado al piso, se arrastró hasta el cantero donde había dejado su pistola 9 milímetros y le disparó cuatro balazos, justo en el momento en el que el asaltante lo apuntaba con un pistolón y le gritaba «te voy a matar hijo de p…». La duda de la Justicia pasa fundamentalmente por saber si los disparos realizados por el médico fueron efectuados mientras estaba siendo amenazado y apuntado por su agresor, lo que justificaría la «legítima defensa». El anticipo de la pericia pondría en duda este punto.
El médico le habría disparado de cerca al ladrón
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