«No podemos recibir a todas las personas procedentes de zonas de conflicto y todos los que huyen de la pobreza y que quieren ir a Europa y Alemania», indicó el político demócrata cristiano en una entrevista con el semanario Der Spiegel. «El camino correcto sería que estableciéramos un contingente amplio, fijo para la acogida de refugiados en la Unión Europea (UE)», explicó. De esta manera se establecería cuántos refugiados puede recibir Europa, un número al que pueda dar abasto a la larga, agregó. Una vez que el contingente se complete, De Maiziere quiere devolver a sus países de origen a los perseguidos políticos y a quienes huyen de las zonas de conflicto. «No los dejaremos a la deriva. Deberemos asegurarnos de que en la región de la que proceden pueden vivir de manera segura y sin ser perseguidos», afirmó, en declaraciones que reprodujo la agencia DPA. En su opinión, Europa necesita fronteras exteriores fuertes. Los refugiados que, por ejemplo, quieran llegar ilegalmente a la UE por el mar Mediterráneo, deberían ser llevados a un lugar seguro en África, si no la solución tendría poco sentido, apuntó. Entretanto, la policía alemana investiga los nuevos casos de ataques y acoso de la ultraderecha contra albergues de refugiados registrados en distintos puntos del este y del sur de Alemania. Un centro de Riedlingen, en el estado sureño de Baden-Wurttemberg, apareció esta mañana con pintadas de cruces gamadas (esvásticas) y consignas neonazis estampadas en sus paredes exteriores, informaron fuentes policiales. En Bischofswerda, en el estado federado de Sajonia, en el este, se reprodujeron la noche pasada las situaciones de acoso e insultos por parte de un centenar de ultraderechistas contra autobuses de refugiados, tal como había ocurrido ya el día anterior. La policía local tuvo que brindar protección a uno de los vehículos que trasladaba a los peticionarios de asilo al albergue asignado, mientras el grupo de neonazis los insultaba y lanzaba botellas contra el autobús. La situación se calmó pasada la medianoche, a imagen de lo ocurrido en la jornada anterior, en que se registró una primera marcha de protesta ultraderechista, entre amenazantes saludos neonazis y contra la presencia de los asilados en la población. La canciller Angela Merkel condenó reiteradamente todo brote xenófobo y ataques de cualquier índole contra demandantes de asilo. Desde que empezó el año, y coincidiendo con las primeras oleadas de refugiados a Alemania, se dispararon los ataques contra albergues de asilados, nuevos o ya habitados. Solo en los seis primeros meses del año se registraron más de 200 agresiones de estas características, atribuidas a la ultraderecha. Pese a los controles fronterizos implantados el domingo pasado, continúan llegando a diario al país entre 2.000 y 10.000 nuevos peticionarios de asilo, a los que se registra y distribuye por distintas regiones tras su entrada en el país. Alemania informó hoy que espera este mes de septiembre un nuevo récord de refugiados, al recibir hasta 133.000, pese a los controles en las fronteras impuestos para tratar de manejar la oleada de nuevos peticionarios de asilo. Según cifras difundidas esta mañana por el Ministerio del Interior, a pedido del grupo del partido La Izquierda en el Bundestag (Parlamento federal), hasta el 13 de septiembre entraron al país 57.900 refugiados, cifra que se espera se duplique a fin de mes. En agosto se superaron por primera vez los 100.000 refugiados llegados al país, lo que disparó el pronóstico anual a 800.000 solicitantes de asilo o incluso hasta el millón, según datos del ministro de Economía y vicecanciller, Sigmar Gabriel. Esta cifra es cuatro veces mayor a la de los refugiados llegados el año pasado a Alemania y muy superior al anterior récord anual de 1992, 430.000 durante la crisis de los Balcanes.
El ministro de Interior alemán pidió restringir derecho de asilo en la UE
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