Un hábito cotidiano transformador

Desbloquear el teléfono se ha convertido en una acción automática para muchos. Sin embargo, investigaciones recientes ponen de relieve que este comportamiento tiene consecuencias profundas en el cerebro y la memoria.

Fragmentación de la atención

Un estudio de la Singapore Management University concluyó que el acto repetitivo de desbloquear la pantalla fragmenta nuestra atención y complica la consolidación de recuerdos.

Cada vez que interrumpimos una actividad para revisar el teléfono, nuestro cerebro sufre un “cambio de tarea”, afectando nuestra concentración y reduciendo nuestra capacidad cognitiva.

Riesgo de adicción digital

Los datos indican que superar los 110 desbloqueos diarios puede considerarse un «alto riesgo» de adicción digital. Aunque muchos usuarios creen que solo revisan su dispositivo unas 10 veces al día, las aplicaciones revelan interacciones que pueden superar las 300.

Reconfiguración cerebral

La neurociencia sugiere que estos hábitos no solo afectan el comportamiento, sino que también alteran cómo procesamos la información. Anna Lembke, psiquiatra experta en adicciones, destaca que cada notificación o mensaje activa los mismos circuitos de recompensa en el cerebro que las drogas o el alcohol, liberando dopamina y fomentando una compulsión por revisar el dispositivo.

Impacto en la productividad y la memoria

La multitarea provocada por el uso excesivo del celular puede disminuir la productividad hasta un 80%. Tras una interrupción, retomar la concentración puede demorar hasta 25 minutos, lo que afecta la memoria de trabajo y la capacidad de almacenar nuevos recuerdos.

En entornos laborales, esta dependencia se hace evidente, ya que uno de cada cuatro empleados revisa su móvil al menos una vez durante reuniones, perjudicando la colaboración y la eficiencia del equipo.

Síntomas de abstinencia tecnológica

Estudios de la Universidad de Heidelberg revelan que tras solo tres días de restricción del uso del celular, la actividad cerebral muestra patrones de abstinencia similares a los de las adicciones químicas.

Estrategias para reducir la compulsión

Para contrarrestar la dependencia, los especialistas sugieren desactivar notificaciones, eliminar aplicaciones innecesarias o dejar el dispositivo en casa por períodos determinados. Pequeñas desconexiones pueden reorganizar nuestra rutina y reducir la compulsión.

Recuperar la memoria y la concentración va más allá de simplemente usar el celular menos; se trata de identificar y desactivar los hábitos que nos llevan a la distracción constante.