Elecciones en Brasil: Los planes sociales, un arma clave para Dilma Rousseff

La presidenta Dilma Rousseff se juega la continuidad en el poder brasileño este domingo 5 de octubre y su principal arma para vencer con el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones son los planes sociales, según lo afirman los analistas del país. Entre los 14 millones de hogares que reciben los subsidios mensuales (de unos 70 dólares) de Bolsa Familia, el más amplio de los planes, se encuentra el 23% de los 142,8 millones de brasileños que deben votar. «Tengo tres hijos, dos gallinas y un perro. Con el sueldo de mi marido -Felipe-, que es guardia de seguridad en un estacionamiento del centro, apenas nos alcanza para la comida. Gracias a Dilma, tenemos esta casa», señala Claudia Moraes, una ama de casa con una fuerte pisada en la humilde vivienda de tres ambientes de la favela, enclavada en la cima del morro de Cantagalo, mientras cuelga la ropa recién lavada en el techo de este bastión dilmista, con más pósteres de la presidenta que fotos familiares. Se sabe que, reconocidos mundialmente por haber ayudado a sacar a 36 millones de personas de la pobreza, los planes sociales brasileños -además del Bolsa Familia y Mi Casa, Mi Vida, otros como Agua para Todos; Luz para Todos; Programa Nacional de Acceso a la Enseñanza Técnica y el Empleo; Más Educación; Bolsa Verde; Brasil Alfabetizado, etc.- se ganaron la aprobación de todos los candidatos presidenciales. Fue por eso que Aécio Neves, candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) dijo en debate televisivo que «los buenos programas del PT van a ser mantenidos y mejorados». Y recordó que fue el presidente Fernando Henrique Cardoso, de su partido, quien originalmente lanzó la idea de programas de transferencia directa de renta. Aclaró, sin embargo, que «lo que queremos nosotros es superar la pobreza, no administrarla, como parece ser la intención de este gobierno». Según el análisis de las Naciones Unidas, lo que permitió a Brasil avanzar mucho en la reducción de las desigualdades sociales en estos últimos doce años fue la combinación de estos programas sociales con el crecimiento económico, la creación de empleos y la valorización del salario mínimo. Con una economía en virtual estancamiento (se espera para este año una expansión de apenas entre 0,3 y 0,9%), y una inflación en alza (6,5% en el último año), los efectos de los planes son limitados. Y si no vienen acompañados de reformas estructurales que permitan la movilidad social, perpetúan el asistencialismo. Aún así, Rousseff, en plena campaña, prometió que aumentará un 10% las ayudas del Bolsa Familia y que mantendrá el reajuste del salario mínimo por encima de la inflación si gana un segundo mandato. EL PROGRAMA SOCIAL DE DILMA *llega a 14 millones de hogares *son beneficiarios de los subsidios del Bolsa Familia, el plan social más amplio, y reciben unos 70 dólares por mes. *un 23% de los electores reciben los beneficios de los distintos programas sociales que tiene el gobierno de Dilma.