Enrique Blaksley, presidente de Hope Funds y conocido como el «Madoff argentino» fue detenido acusado de múltiples y millonarias estafas a inversores a los que les había prometido rendimientos por encima de los del mercado.
Enrique Blaksley, conocido como el «Madoff argentino», presidente de la firma Hope Funds, fue detenido este martes acusado de múltiples y millonarias estafas a inversores. Luego de una serie de allanamientos, Blaksley fue detenido en su casa de Pacheco.
Fuentes judiciales confirmaron que la jueza María Servini también libró órdenes de detención para otras tres personas, Verónica Inés Vega, Federico Armando Dolinkue y Alejandro Miguel Carozzino y además citó a declarar a otras 14 personas, tres de ellas familiares de Blaksley.
«Se les imputa a los nombrados el haber formado parte de una organización –liderada por Enrique Juan Blaksley Señorans- destinada a captar millonarias sumas de dinero de distintos ahorristas/inversores, mediante la suscripción de contratos de mutuo y contratos de inversión, ofreciendo para ello tasas muy superiores a las del mercado», según consta en el expediente.
Para la atracción de los ahorristas se desplegaban distintas actividades engañosas, que consistían en diversas participaciones en emprendimientos y marcas de renombre –como Auditorio Buenos Aires, o las marcas “Hard Rock Café” y “Hertz”-, así como una elaborada campaña de marketing para la cual se desembolsaron gastos millonarios a fin de que Hope Funds fuera sponsor de distintos eventos como el partido entre Roger Federer y Juan Martín del Potro.
De este modo, Enrique Blaksley se presentaba como un exitoso hombre de negocios, lo que generaba confianza en los ahorristas que depositaban sus fondos en las empresas vinculadas a él y su grupo.
Sin embargo, las exorbitantes sumas captadas por Hope Funds se habrían dirigido a la capitalización del grupo económico y al beneficio de sus integrantes, en su mayoría destinadas a bienes duraderos y no a inversiones puntuales, tanto en el ámbito nacional como internacional a través de sociedades offshore.
El grupo conformó más de 25 empresas en el país y muchas de ellas eran utilizadas únicamente para canalizar los flujos dinerarios, mientras que otras tenían actividad real. Iniciada la investigación judicial el grupo comenzó a proceder al cierre de las cuentas bancarias. Asimismo, se investiga si la enajenación de algunas de esas empresas fue ficticia.
La detención había sido solicitada por la fiscal María Alejandra Mángano, fiscal interinamente a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12, y por los fiscales Gabriel Pérez Barberá y María Laura Roteta, de la PROCELAC.
Blaksley se presentaba como un hombre de negocios, generando confianza de los ahorristas que depositaban sus fondos en las empresas vinculadas a él y su grupo. «Se han podido captar fondos por 550.678.556,66 de pesos sin la intención de restituirlos a los inversores ni de aplicarlos a inversiones consistentes con los plazos de devolución allí dispuestos«, dice la acusación.