Tuvimos un diálogo sincero con las chicas que atienden distintos locales de ropa femenina y nos contaron cuáles son las cosas que más les molestan de las clientas.
Tenelas en cuenta para ganarte su atención y buena onda en tu próxima compra.
1) Que entren al local y/o se vayan sin saludar.
Aunque ellas estén ocupadas, te ven. Así que esperan que saludes al entrar.
Claro, vos podés decir que sería una obligación de ellas como parte del buen trato al cliente.
Puede ser… pero ellas estaban de antes y sos vos la que acaba de llegar Así que, si no querés pecar de arrogante o maleducada, sé la primera en decir «Buen día».
2) Que sean maleducadas.
El concepto es bastante amplio, así que les pedimos que describan qué actitudes les parecen maleducadas.
La primera ya te la dijimos: que entres sin saludar.
Otra es que ni las mires al pedirle un talle o al devolverles la ropa que sacaste del perchero.
El «gracias» y el «por favor» suman, pero no es exactamente su ausencia lo que les molesta. Es más bien una actitud general, algo que les transmite en tu trato que vos pensás que sos más que ellas. Es sutil la línea pero capaz sonreír, mirar a los ojos y decir las «palabras mágicas» puede reducir el riesgo de caerles como una maleducada.
3) Que las traten mal.
Otra vez… A veces el maltrato es sutil otras es directamente grosero. Todas conocemos la diferencia. Gritos, reclamos en voz alta, malas palabras, enojos… todo eso es claramente «tratarlas mal».
Otras, es más una zona gris, donde siempre la forma de asegurarte no caer en ella es decir «por favor», «gracias» y tener paciencia. Si vos te sentís desatendida o maltratada poder expresarlo con buen modo.
4) Que se pongan testarudas con los talles o que no entiendan cuando no hay un producto y sigan preguntando por el mismo.
¿Si un talle 3 a tu hija le queda grande, qué te hace pensar que un 4 le va a ir mejor?
Literal, le pasó hace poco a una vendedora de una de esas casas de moda para adultas y adolescentes a las que muchas chicas de 12, 13 y 14 años van a comprar con sus mamás. Y lo peor… enojadísima, la madre se fue sin saludar.
5) Que lleguen 5 minutos antes de la hora del cierre.
Esto es muy frecuente en los shoppings. A las 21.55 los locales se llenan, sin importar que las vendedoras hayan estado ahí todo el día.
«Tuviste 12 horas para venir a comprar y se te ocurre llegar cuando nosotras estamos cansadas y lo único que queremos es volver a nuestra casa?
6) Que les contesten mal, atajándose, cuando ellas ofrecen atenderlas.
«No te dicen ni buen día y cuando te acercás a preguntar si necesitan algo te dicen ’Estoy mirando’. Es mi obligación acercarme, si no quieren ayuda que me lo digan bien», cuenta una vendedora de una marca top.
7) ¿Y que dejen todo tirado?
No tanto, depende de si terminás comprando o no. En realidad lo que molesta es la actitud como de desprecio, de «no te tengo en cuenta».
Podés no devolver la ropa ordenada pero al menos reconocelo, decí algo amable, disculpate. Por más que sea su trabajo, un gesto de complicidad, de valorar su tiempo y su esfuerzo en atenderte, ayuda mucho.
8) Que las vean con la bolsita del almuerzo y les pidan atención.
«Estoy con la bolsita, es el mediodía, mi horario de almuerzo, ¿no podés pedirle a otra vendedora?».
9) Las preguntontas.
Esto no es que exactamente les caiga mal, pero… da para que nos burlen un poquito.
«Me pasa muy seguido que me ven doblando ropa o acomodando precios y me preguntan… ’¿Trabajás acá?’… Y, no sé, decime vos… estaba aburrida en casa y me vine a doblar prendas para entretenerme».
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