Una eminente periodista china, reconocida con varios premios internacionales, fue condenada ayer en Pekín a siete años de cárcel por divulgación de «secretos de Estado», pese a los llamamientos de los defensores de los derechos humanos a favor de esta «voz libre».
La pena infligida a Gao Yu, de 71 años, confirma que el régimen del presidente Xi Jinping no está dispuesto a hacer concesiones a los intelectuales de ideas reformistas, considerados peligrosos para el mantenimiento del Partido Comunista en el poder. Gao fue la primera galardonada en 1997 con el Premio Mundial de la Libertad de la Prensa de la Unesco.
Washington, que el año pasado ya había expresado su «preocupación» por la suerte de la periodista de investigación, urgió este viernes a Pekín a liberarla de manera inmediata.
«Instamos a las autoridades chinas a liberar inmediatamente a la señora Gao y a respetar los compromisos internacionales en materia de derechos humanos», dijo un funcionario del Departamento de Estado, señalando que su encarcelamiento formaba parte «de un inquietante» accionar contra aquellos que cuestionan las políticas del gobierno del gigante asiático.