Aunque muchos quieran huir de ella y en ocasiones sostengan que están exentos de sufrirla, la llamada crisis de los 40 es una etapa por la que atraviesa la gran mayoría de hombres y que da en mayor o menor proporción de acuerdo con una serie de factores determinantes. Fue en el mundo del arte, en la década de los 60 cuando se habló por primera vez sobre la crisis de la mitad de la vida o de los 40. Con ese concepto se hacía referencia al declive creativo y productivo que algunos artistas sufrían una vez llegaban a la mediana edad. En ese mismo decenio se empezó a plantear la idea desde la psicología, y en la actualidad ya se habla de crisis de la mediana edad desde el punto de vista médico, sexual y sociológico. La crisis de ellos “Así como en las mujeres aparece la premenopausia, también en los hombres sucede una crisis que está caracterizada por la idea de que —a sus 40 años— están llegando a una madurez de sus vidas, lo que los hace desear el regreso a la juventud”, dice María Ilma Pinto Vergara, psicóloga clínica de la Universidad Nacional. Según la especialista, “ellos quieren volver a ser esas personas libres de responsabilidades que eran cuando jóvenes y no asumir las implicaciones que trae consigo —por ejemplo— formar y mantener una familia”. Son varios los aspectos que ocasionan cambios en la vida de un hombre, después de cumplir sus 40 años. “Cuando ellos empiezan a envejecer, sufren el síndrome de deficiencia androgénica o hipogonadismo, que se caracteriza por limitar muchas de las funciones que la persona tenía en su juventud y su adultez temprana”, afirma Emiliano Morillo, urólogo y sexólogo de la Universidad Javeriana. Los síntomas “El hombre comienza a sentirse más cansado, de mal humor, su sueño se vuelve más ligero, y puede incluso notar que su masa muscular ha disminuido. También pierde el deseo sexual —el sexo se vuelve cada vez más indiferente para él—”, sostiene Morillo. Además de estos cambios, que son propios de la naturaleza masculina, existen otros factores de tipo social, cultural y económico que guardan relación con la forma como el hombre asume los síntomas de la edad. En palabras de Joaquín Rojano de la Hoz, sociólogo de la Universidad Autónoma del Caribe, “la de los 40 es una crisis más de tipo de apariencia, por los prejuicios que se tienen respecto a los cambios que la edad supone. Entendiendo —de acuerdo a esos prejuicios— que a los 40 años se abandona la juventud para entrar en una etapa de madurez”. “Muchas veces ‘los 40’ se miran peyorativamente, sobre todo porque se concibe la sexualidad como característica desbordante en una etapa anterior a esa edad”, dice Rojano de la Hoz. ¿Mito o realidad? “Con esta crisis —denominada clínicamente climaterio de andropausia— se presenta un déficit de la respuesta sexual, es decir, no se obtiene con facilidad la erección”, señala Martha Mejía, sexóloga de la Universidad de Barcelona. Según la experta, a los 40, “también disminuye el ímpetu en el orgasmo y la sensación orgásmica es mucho más imperceptible, menos intensa. Por ende todo el entorno del deseo sexual se disminuye”, manifiesta Mejía. Según Emiliano Morillo, “en nuestra sociedad machista, lo primero que existen son prejuicios en referencia al tema”. Agrega que “el primer gran paso para que las personas puedan desarrollarse mejor en sociedad y puedan tener calidad de vida, es abrirse a la posibilidad de consultar un especialista que le ayude a salir del problema que tenga”, puntualiza. Día del hombre El Día Internacional del Hombre (DIH), celebrado el 19 de noviembre, fue establecido en 1992 por Thomas Oaster, un profesor de la Universidad de Missouri-Kansas (EEUU), y desde 1999 fue popularizado mundialmente. La idea surgió con el objetivo de abordar temas de salud masculina de todas las edades, destacar el rol positivo y las contribuciones que los hombres hacen a la sociedad. El 19 de marzo se celebra el Día de San José, padre de Jesús, y en Colombia se ha adoptado como Día del Hombre.
¿Es inevitable la crisis de los 40 en los hombres?
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