Escándalo sexual en el fútbol paraguayo, habló el protagonista: Otros jugadores tuvieron relaciones con el presidente
Un escándalo sexual conmocionó al fútbol de Paraguay. Es que la rutina habitual del humilde Rubio Ñú de Luque se vio brutalmente conmocionada por el escándalo sexual que mantiene en vilo a todo Paraguay. Luego de que se filtren fotos del presidente de la institución y uno de los futbolistas en una situación íntima, se empezaron a conocer más detalles. PUBLICIDAD inRead invented by Teads Bernardo Gabriel Caballero, el jugador implicado en el altercado, decidió salir a dar su versión de los hechos en una entrevista radial. «Él siempre me coaccionó. Primero por lo de la foto y que nunca me iba a dar mi pase. No avaló que yo me vaya de ahí», señaló este lateral izquierdo asegurando que Antonio González, máximo directivo de la institución, lo obligó a mantener relaciones para poder jugar. Caballero se mostró en compañía de Valentín Ozuna, su actual pareja desde hace cinco años y representante: «Hace tiempo que conocí a Valentín, estuvo conmigo en las malas y las buenas. Siempre me apoyó». El deportista de 25 años realizó una denuncia contundente sobre el mandatario de la institución que milita en la liga regional de Luque. «Sé que hubo otros jugadores que tuvieron relaciones con él. Era una cuestión normal», afirmó en diálogo con Radio La Unión de Asunción apuntando contra González. «Nos condicionaba. Nos decía que nos iba a promocionar, que nos iba a vender a un club. Cosa que nunca hizo. Al contrario, él siempre truncaba todo eso», subrayó. Caballero empezó su carrera futbolística a los 13 años en San Juan Bautista, su ciudad natal ubicada en el departamento de Misiones en Paraguay y emigró a los 18 años a Luque para iniciar su sueño de jugar profesionalmente. «No me comuniqué con nadie de mi familia hasta ahora. Esa parte me cuesta mucho», reconoció. Y agregó: «Tenía la esperanza, soñaba siempre ser un futbolista exitoso, surgir acá en Luque. Ahora quiero que esto que me pasó no le pase a nadie». El defensor advirtió que intentó dejar de jugar por dos años para quedar en libertad de acción y señaló que esta situación lo va a «desprestigiar bastante». Al mismo tiempo, declaró: «Me ha lastimado bastante. Creo que ya no hay solución porque está armando más quilombo».