En octubre, se activó un swap de USD 2.500 millones, parte del acuerdo de USD 20.000 millones establecido por el gobierno de Javier Milei y la administración de Donald Trump. Este movimiento se produce en un contexto de volatilidad económica previa a las elecciones.

Según el informe del Fondo de Estabilización de Cambios (ESF), el acuerdo permite a Argentina intercambiar pesos por dólares. Esta transacción es esencial, ya que el BCRA intercambió pesos por la suma mencionada para estabilizar su economía ante las tensiones del mercado cambiario.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, destacó en una entrevista que Argentina utilizó parte de esta línea de crédito, lo que resultó en beneficios para EE.UU. Al utilizar su hoja de balance para ayudar a estabilizar la economía argentina, el país norteamericano aseguró un retorno favorable de esta operación.

Hasta octubre, la consultora 1816 había señalado que solo existían swaps documentados con China. Sin embargo, la reciente activación del swap con EE.UU. ha cambiado el panorama. Durante el mes, el Departamento del Tesoro adquirió pesos argentinos por cerca de USD 2.000 millones, buscando moderar las tensiones del mercado cambiario.

A medida que la deuda con EE.UU. pasó de pesos a dólares, se generó un cambio estratégico en la gestión financiera del país. Además, el Tesoro de EE.UU. ha confirmado la transferencia de Derechos Especiales de Giro (DEGs) por USD 872 millones a Argentina. Estos recursos se destinaron al pago anual ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), manteniendo así el apoyo financiero al gobierno de Milei en medio de una crisis de reservas.

La transferencia de DEGs, un activo creado para complementar las reservas de los países miembros del FMI, refleja un compromiso estratégico entre ambos países. Estos movimientos financieros no solo buscan estabilizar la economía argentina, sino que también forman parte de una relación más amplia entre EE.UU. y Argentina en la búsqueda de una recuperación económica sólida.