El Trigo Argentino en Números: Un Año de Superproducción y Nuevos Desafíos
En un giro inesperado, Argentina vive una campaña agropecuaria marcada por la superproducción de trigo. El consultor Germán Iturriza ofrece un análisis sobre la situación actual del sector y los retos que se avecinan.
Germán Iturriza, especialista en mercados de granos, visitó Canal E para discutir la impresionante campaña del sector agropecuario argentino. Este año, el país registra un inusual escenario de sobreabundancia en la producción de trigo, lo que plantea interrogantes sobre la calidad de la cosecha.
Impacto de la Superproducción de Trigo
“No estamos acostumbrados a tener superproducción en Argentina”, afirma Iturriza, refiriéndose a la sorprendente cosecha de trigo que podría alcanzar entre 25,5 y 26,5 millones de toneladas. No obstante, advierte que este gran volumen exige respuestas eficaces: “Procesar todo este volumen será un reto considerable para el país”.
El Estado Actual de las Exportaciones
En términos de comercio, las exportaciones de trigo alcanzaron “6.5 millones de toneladas”, un número superior al del año anterior, aunque solo “se han concretado ventas de cerca de 3 millones de toneladas” hasta la fecha. De esta cifra, “1.5 millones” ya contaban con declaraciones juradas, lo que confirma el interés internacional por el trigo argentino.
Además, la situación logística se vuelve crítica: “En 45 días, gran parte de la cosecha debe ser trasladada a silos o a puertos”, lo que genera una presión significativa en el sector. Iturriza agrega que una gran parte del grano deberá ser almacenada en silos temporales, lo que podría complicar aún más la gestión de la cosecha.
Desafíos en la Calidad del Cultivo
Un aspecto preocupante de esta campaña ha sido el deterioro en la calidad del trigo. En la actualidad, se están cosechando lotes con niveles de proteína que oscilan entre 8 y 9,5, mientras que el estándar del mercado internacional exige un mínimo de 10,5.
Esto representa un obstáculo considerable en el ámbito comercial. Cuando compradores internacionales de países como Angola, Marruecos y Egipto se enfocan en las millones de toneladas disponibles, rechazan lotes que no cumplen con las especificaciones requeridas. “Si ofreces trigo de 9,5, la respuesta es simple: ‘No, gracias’”, comenta Iturriza.
Frente a esta situación, es probable que se generen ajustes de precios y mayores exigencias en cuanto a la calidad del trigo recibido en los puertos, dando pie a una segregación que podría complicar aún más el panorama para los productores argentinos.
