Una carta de advertencia a la nación

La carta, publicada el martes para conmemorar el 68º aniversario de la división, alertó sobre el «desmantelamiento inminente» de esta institución fundamental, que es responsable de la aplicación de las leyes de derechos civiles en el país.

Deserciones masivas entre los letrados

El descontento interno ha llevado a una fuga masiva de abogados de la división. Desde la llegada de nuevos funcionarios políticos que despidieron a gerentes de carrera y desviaron a los empleados hacia tareas menores, el enfoque de la división se ha desplazado hacia intereses alineados con la antigüa administración de Donald Trump. A mayo de este año, el 70% de los abogados del Departamento ya había renunciado.

Un giro radical en las prioridades

Harmeet Dhillon, aliada de Trump y actual líder de la División de Derechos Civiles, ha celebrado la partida de estos empleados, alegando que eran activistas que no cumplían con las demandas de su trabajo. Sin embargo, la carta resalta que esta administración ha distorsionado la misión principal de la división, alejándose de su deber de proteger los derechos civiles.

Casos críticos abandonados

Según el contenido de la carta, la división ha dejado de lado la aplicación de derechos civiles fundamentales, incluyendo asuntos cruciales como el derecho al voto y la protección de los menores migrantes. Esto ha generado una profunda preocupación entre los exfuncionarios por la dirección que está tomando la división en un contexto político complicado.

Un llamado a la acción

La carta concluye con un mensaje fuerte: “América merece más”. Los autores instan a sus conciudadanos a exigir que la División de Derechos Civiles cumpla su deber de hacer valer las leyes de derechos civiles y defienda la promesa de la Constitución de justicia equitativa para todos.