La psicología positiva probó a través de extensos trabajos de campo que cuando la disposición mental y estado de ánimo de una persona son positivos, se vuelve más motivada, creativa, comprometida, productiva, y entonces también probablemente, sea más exitosa.
En ese sentido, puede concluirse que la felicidad es el origen del éxito.
Las personas que están intrínsecamente satisfechas y conectadas con su trabajo, capitalizan recompensas en cada situación y tienen mejores desempeños, manteniendo así niveles de felicidad que los impulsa a seguir adelante.
Su percepción de bienestar les genera emociones positivas y un profundo sentido de propósito, que implica una proyección positiva hacia el futuro.
Otros datos duros que pueden contribuir a cambiar el ángulo de observación respecto de la importancia de sentirse feliz en el trabajo, los aporta el profesor de la universidad de Harvard, Shawn Achor.
Se dedicó más de una década a la investigación en el campo de la psicología positiva. En su libro «The happiness advantage», sus resultados demuestran que la felicidad es precursora del éxito y no su consecuencia.
El optimismo nutre el desempeño y los logros, otorgando un punto a favor sobre otros, «la ventaja de la felicidad».
Los datos demuestran que los trabajadores felices tienen mayores niveles de productividad, se desempeñan mejor en posiciones de liderazgo y reciben mejor remuneración.
Además, se enferman con mucha menos frecuencia y mantienen un nivel de estrés tolerable.
Otra ventaja es que esta condición de bienestar lleva a los trabajadores a ser realistas sobre el presente y maximizar su potencial para el futuro.
También desarrollan una disposición mental positiva hacia los desafíos, sobre cómo construir sistemas de apoyo social que puede minimizar la ansiedad, y cómo neutralizar la negatividad que suele difundirse rápidamente en un entorno laboral. Así se reduce el estrés y se alcanza mayores logros.
Achor inició una investigación sobre 1.600 estudiantes destacados en Harvard, que se replicó en todo el mundo involucrando a 275.000 personas en más de 200 estudios.
Las conclusiones de estos estudios fueron agrupadas en tres grandes acciones destinadas para incrementar los niveles de felicidad:
1. Ejercitar la mirada positiva para ampliar las percepciones del cerebro sobre todo lo bueno que nos rodea.
2. Analizar las situaciones negativas desde otro punto de vista para encontrar enclaves de solución antes no considerados, y así salir de ellas creativamente.
3. Considerar un fracaso como punto de partida de un éxito.
Es preciso redefinir los eventos que se transitan en el trabajo como elementos que aparecen dentro de un proceso continuo y no como algo aislado en sí mismo. De esta manera, fracasos y éxitos formarán parte del mismo collar que se hilvana a lo largo de nuestra vida laboral.
Fuente: Iprofesional