Expertos explican por qué pudo haber entrado agua en el submarino ARA San Juan
Ayer, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, aseguró en su último parte oficial que, a través del snorkel se produjo «un ingreso de agua». La avería implícita en esa filtración, sin embargo, no fue explicitada como tal por la fuerza naval. «El submarino ARA San Juan tiene una válvula de retención en el snorkel, que se cierra cuando ingresa agua de mar para evitar que llegue a la embarcación. Para que entre agua al submarino a través del snorkel, esa válvula tiene que estar averiada», define el perito naval Fernando Morales en diálogo con Clarín. A esa voz se le suma la de Antonio Mozzarelli, vicealmirante retirado de la Armada y ex submarinista: «Salvo una falla del snorkel, no puede entrar agua al submarino porque tiene una válvula que se cierra cuando una ola lo cubre». Según Morales, «la Armada no va a decir si esa falla en el snorkel ya había sido denunciada en el historial de cada embarcación que radica en la Dirección de Casco y Máquinas de esa fuerza, si se detectó en ese momento, o si durante la inspección previa a que el ARA San Juan partiera esa avería no era perceptible». La Armada comunicó que ese ingreso de agua provocó que hubiera, en uno de los compartimentos de baterías «un cortocircuito y un principio de incendio». Según detalló Balbi, «para nosotros eso es humo sin llamas». La fuerza aseguró que la avería fue subsanada, se aisló la batería y el ARA San Juan navegó con el circuito de baterías de popa, dado que «el incidente afectó el sistema de baterías de la proa». «La justicia o el Poder Ejecutivo pueden recurrir al historial de la embarcación, en el que deben estar registradas todas las averías que tuvo desde que está al servicio de la Armada», sostiene Morales. El snorkel es el dispositivo que permite al submarino renovar su oxígeno al asomarlo a la superficie del mar. Durante la búsqueda del ARA San Juan, cuya última comunicación fue el 15 de noviembre, la Armada difundió que, en principio, el oxígeno dentro de la embarcación, en caso de no poder renovarlo, alcanzaría para siete días.