La policía francesa desplegó hoy un fuerte operativo en el centro de París originado por una falsa alarma, que finalizó menos de una hora después sin que se destacara «ningún peligro». La Prefectura de Policía de la capital precisó en su cuenta de Twitter que el despliegue tuvo lugar en el distrito I de la capital francesa, en una zona muy comercial y concurrida y en donde se encuentra el museo del Louvre. El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, confirmó en un comunicado que la intervención fue originada por una falsa alarma y saludó «la gran reactividad de las fuerzas del orden y su gran profesionalismo en cualquier circunstancia». El vocero de su ministerio, Pierre-Henry Brandet, añadió en declaraciones a la cadena BFM TV que se ha abierto una investigación para esclarecer el suceso, desencadenado después de que una llamada a la Policía informara de una posible toma de rehenes en una iglesia. Paris 1er – Fin de l’intervention des forces de l’ordre – Levée de doute effectuée, aucun danger à signaler — Préfecture de police (@prefpolice) 17 de septiembre de 2016 Las pesquisas en marcha, según avanzó el portavoz, intentarán determinar si fue una broma o un malentendido. El despliegue de las fuerzas del orden acordonó la zona, evacuó o confinó a las personas que se encontraba en las cercanías y contó con la participación de más de un centenar de efectivos. Como medida de precaución, fue activado también el sistema de Alerta y de Información de la Población (SAIP), una aplicación para teléfonos celulares que permite a la población estar informada de forma constante sobre atentados extremistas y sobre cómo actuar en caso de ser víctima de alguno. El sistema, lanzado el pasado junio por el Ministerio del Interior, recomendó a la gente no acercarse al lugar y ponerse a resguardo. El vocero Henri-Brandet subrayó que «dado el actual nivel de amenaza terrorista no se puede tomar el mínimo riesgo» ni «privarse de ningún esfuerzo» a la hora de afrontar posibles atentados, «hasta que no se despejen las dudas». Esta operación policial y la posibilidad de que hubiera una toma de rehenes había desatado la alerta rápidamente en las redes sociales, después de los recientes ataques yihadistas de los que Francia ha sido víctima desde enero de 2015, con más de 230 muertos y centenares de heridos. El último atentado yihadista con víctimas mortales se remonta al pasado 26 de julio, cuando dos adolescentes con vínculos yihadistas asesinaron a un cura en una iglesia de Normandía, en el norte del país.
Falsa alarma de terrorismo en el centro de París
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