La actriz que denunció a Juan Darthes por violación dio su testimonio.
Nota extraída del diario Página 12 «Mira como me pones –me dice – Y me hace que lo toque. Yo le digo que no, le digo que no. El sigue». Embed No. No. No. Ella lo repitió. No. No. No. Ella tenía 16 años. Y denunció que un actor argentino -J.D.-, de 54 años, se abalanzó sobre su cuerpo, en un hotel en Nicaragua, en el último día de la gira latinoamericana de la serie infanto juvenil «Patito Feo» que se emitió en Canal 13. Y ahora, nueve años después, en consonancia con un grito colectivo que va desde Ni Una Menos al repudio por el fallo machista en la muerte de Lucía Pérez, logró ir a Managua y ser escuchada ante la justicia. El 8 de diciembre la Embajada argentina en Managua certificó la denuncia de la actriz Thelma Fardin ante el Ministerio Público de Nicaragua realizada el 4 de diciembre. Se remitió una copia al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina que es mucho más que un documento burocrático. Es un símbolo de la sororidad y la decisión de no callar más de una actriz y de un colectivo feminista que une lazos en Argentina y Latinoamérica y que busca desbloquear de la mutilación del silencio a las víctimas. Pero, además, reflejar que los modos de producción de la televisión no pueden seguir mirando a otro canal cuando son protagonizadas y miradas por niñas, niños y adolescentes. Embed Thelma tiene ahora 26 años e ingresó al elenco de «Patito Feo» cuando tenía 14 años. Trabajo desde el verano del 2007 hasta mayo del 2009 en el papel de Josefina. Allí se produjo una situación que logró, con el apoyo de organizaciones feministas, de derechos humanos y de la colectiva Actrices Argentinas, denunciar en la justicia de Nicaragua. El silencio no se rompe solo, sino con un movimiento feminista que alza la voz. Por eso, el relato no se vuelve fragmento, sino parte de un rompecabezas de las formas de ejercer y mostrar la impunidad del machismo, en medio de un éxito que volvió a una de sus protagonistas vulnerable y expuesta ante el encierro del castillo neomedieval del fervor del marketing teenager y que ahora busca cambiar, junto con la revolución de las hijas, para que la historia no se repita. En ese contexto, Thelma Fardin le cuenta a Página/12 un relato valiente, desgarrador y concreto del machismo que la televisión no quiere ver y que permitió hasta ahora: «En el final de la gira de Patito Feo, en Nicaragua, llegamos del estadio y el hotel estaba colapsado. Yo sacaba fotos para mostrarle a mi mamá. Bajamos de la camioneta y a una compañera la arañaron y a otra le arrancaron una parte de la ropa. Nos llevaron al fondo, al sector de la piscina y lo cerraron, porque incluso había gente que pagaba para llegar al elenco. Nos dicen que de ninguna manera podíamos ir al lobby porque estaba estallado. No es que estábamos con una comitiva que nos protegía. Para irme a mi habitación subo por las escaleras de servicio. Atrás mío viene este hombre. Lo recuerdo patente. Ya era de noche porque en Nicaragua a las seis de la tarde no hay sol. Yo dormía sola en la habitación. Y este tipo estaba enfrente mío en la habitación y teníamos que bajar a comer y cortar un pastel porque era el cumpleaños de una compañera. Cuando quiero entrar a mi cuarto la tarjeta estaba desmagnetizada. Yo venía de la pileta y estaba con un shorcito básico, un vestidito arriba y la toalla. Él me dijo: «No podes bajar a la recepción. ¿Por qué no llamas desde mi habitación y que te suban una tarjeta?». Yo estoy haciendo esa llamada y me empieza a besar el cuello desde atrás. Me quede completamente paralizada. Incluso hoy si estoy haciendo una llamada y me empiezan a hacer eso me parece desubicado. En ese momento me desconcertó por completo. El me agarra la mano, me da vuelta, me hace que lo toque, me muestra que estaba erecto y me dice: -Mira como me pones». -Es la misma frase que dijo en otras oportunidades a otras mujeres… ¿Por eso te impacto cuando leíste testimonios de otras víctimas? -Sí, es un modus operandi. Hasta hace poco tiempo yo pensaba q