El Banco Central (BCRA) flexibilizó las normas que rigen la actividad de casas y agencias de cambio, con facilidades para la apertura de nuevas sucursales y la posibilidad de que bancos puedan controlar empresas del rubro, algo que hasta hace poco estaba prohibido. La normativa decidida ayer por la entidad conducida por Federico Sturzenegger redujo además exigencias de garantías y capital, pero exclusivamente para agencias, que son las empresas más pequeñas del rubro cambiario y no tienen la posibilidad de hacer transferencias al exterior entre otras operaciones. La flexibilización persiguió tres objetivos explicitados ayer en un comunicado: dotar de mayor competencia al sector cambiario, reduciendo los márgenes de intermediación; migrar operaciones del sector informal al sector formal; y ampliar la disponibilidad de ventanillas para concertar operaciones de cambio, facilitando las transacciones, en particular para los turistas que visitan nuestro país. Según el BCRA existen sólo 20 casas de cambio autorizadas a operar en el país. Las agencias de cambio son 18. Oficinas de cambio no hay ni una. Según los últimos datos que publica la Cámara Argentina de Casas y Agencias de Cambio, que se retrotraen hasta el tercer trimestre de 2014, las entidades cambiarias operaban sólo el 0,2% del total del mercado local de moneda extranjera, el resto se maneja en bancos. La reformulación de la regulación que decidió ayer el BCRA se enfocó, en primer lugar, en facilitar los requisitos para abrir entidades nuevas y, más aún, en simplificar la apertura de sucursales extra de empresas que ya operan en el ramo. En ese sentido, por ejemplo, se redujeron las exigencias de capital mínimo y garantías, aunque la flexibilización fue más generosa con las agencias que con las casas. Para empezar, ambas –casas y agencias por igual– ya no sufrirán un aumento del 10% a sus exigencias de capital cada vez que abran una sucursal. Segundo, para abrir esas mismas sucursales ya no necesitarán la autorización del BCRA, alcanzará con que comuniquen al ente rector la apertura. Ambas, además, podrán poner sucursales en comercios con locales a la vía pública como hoteles, agencias de turismo y otras. En cuanto a lo operativo, además, tanto casas como agencias verán reducidas sus obligaciones informativas al BCRA, reduciendo costos administrativos. Las casas de cambio, sin embargo, sentían ayer que se quedaron afuera de algunas de las facilidades más jugosas. Por ejemplo, las exigencias de capital mínimo pasaron de $ 6 millones a $ 500.000 y las de garantías de $ 500.000 a $ 100.000, pero sólo para agencias. Las exigencias para casas de cambio no variaron. A diferencia de las agencias, las casas de cambio pueden hacer transferencias al exterior, importar y exportar billetes, emitir cheques de viajero, entre otras operaciones. Por otro lado, casas y agencias podrían enfrentar nuevos competidores. La normativa aprobada ayer autoriza a los bancos a ser dueños de entidades cambiarias, en el rol de empresa controlante algo que en el sector señalan que podría ser interesante para bancos chicos. Otra novedad es que las empresas y comercios vinculados con el turismo (hoteles, agencias, alquileres de automóviles, entre otras) podrán actuar como agentes de cambio en forma independiente, con los mismos requisitos que sus pares exclusivamente cambiarios.
Flexibilizan normas para casas de cambio
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