La cárcel de Tadmor, en Siria. Ubicada a 200 kilómetros de Damasco, en medio del desierto, este lugar albergaba en un principio prisioneros de guerra, luego se abrió para todo tipo de criminales. En 1980, el presidente sirio Hafez al-Assad ordenó matar a todos los presos, siendo una masacre de 2400 personas. La prisión había cerrado en 2001 pero reabrió en 2011.
Campo 22 en Corea del Norte. Considerada la peor del mundo, esta prisión alberga cerca de 50,000 presos y se encuentra completamente aislada de la civilización. Los presos, e incluso sus familiares, pueden permanecer en detención de por vida. Hay más de 50,000 internos.
La Sabaneta, en Venezuela. Debido a las precarias condiciones de salubridad, los presos suelen contaminarse constantemente con enfermedades y se presentan continuos motines que dejan varios muertos.
La prisión de máxima seguridad ADX Florence en Estados Unidos. En este lugar, ubicado en Colorado, se encuentran recluidos los criminales más peligrosos de este país. Según se dice, la completa soledad a la que están confinados (no tienen comunicación con otros presos ni con los guardas) ha ocasionado múltiples suicidios. Cuenta con 439 presos actualmente.
Carandirú, en Brasil. Es quizá de las emblemáticas y recordadas cárceles del mundo. Ubicada en Sao Paulo, la prisión cerró en 2002. Dos eventos traumáticos ocurrieron allí: En 1992, al amanecer, 111 prisioneros fueron asesinados. En 2002, 8,000 presos fueron contagiados con el virus del SIDA.
La prisión de Diyarbakir, en el sur oriente de Turquía, fue construida en 1980 y ha albergado los criminales más peligrosos de ese país. Desde su creación ha tenido una serie de criticas por presuntas torturas psicológicas y abusos sexuales dentro del penal.
Bang Kwang, en Thailandia. La sobrepoblación y las condiciones de aislamiento hacen de esta cárcel una de las peores del mundo. Los presos se mantienen encadenados y son víctimas de constantes maltratados por parte de los guardias de seguridad.
Petak, en Rusia. La mayoría de los presos de esta cárcel mueren por las bajas temperaturas debido a la nieve y la lluvia. Completamente aislados de otros presos y de los guardias, estos reos no reciben visitas de sus familiares ya que, al igual que Alcatraz, en Estados Unidos, la prisión se encuentra en una isla.
San Juan de Luringancho, en Lima, Perú. Este penal es considerado uno de los más peligrosos de Latinoamérica. Tiene una sobrepoblación de más de 7,000 presos que viven entre violencia. Muertes, venta de drogas y robos internos la convierten en un lugar muy peligroso.
Gitarama, en Ruanda. Las terribles condiciones en las que viven los presos en este lugar los ha llevado a vivir situaciones extremas como comer la carne de sus propios compañeros de celda. Diseñada para 400 presos, tiene hoy en día más de 10,000. Fuente > http://www.publimetro.cl