La Propuesta de Gravamen por Emisiones de Metano Desata Controversia entre Productores Agropecuarios
La presentación de un proyecto para gravar las emisiones de metano en la ganadería por parte de la diputada Lucía Lorena Klug ha generado un fuerte rechazo en el sector agropecuario. La polémica pone de relieve las preocupaciones sobre la viabilidad de tales medidas en Argentina.
La iniciativa promovida por Klug ha sido cuestionada enérgicamente por la Sociedad Rural Argentina (SRA), que destaca el fracaso de regulaciones similares en otros países. Según el organismo, los impuestos sobre las emisiones de metano en la ganadería, tanto para la producción de carne como de leche, no han sido efectivos en el ámbito mundial.
La Perspectiva de los Productores Agropecuarios
Andrés Costamagna, coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de la SRA, explicó en una entrevista que la pérdida de metano representa una pérdida significativa de energía para los ganaderos. “Cada molécula de metano que se emite es energía que no se convierte en carne ni en leche. Por eso, los productores están motivados a reducirlo, ya que esta mejora impactaría positivamente en sus ingresos”, subrayó.
Críticas a la Propuesta Impositiva
Costamagna se distanció de la propuesta fiscal de Klug, resaltando que “la solución no pasa por aplicar sanciones, sino por fomentar prácticas sostenibles mediante incentivos”. En su opinión, el enfoque debería ser constructivo y no punitivo: “Es preferible ofrecer beneficios que estimularán mejoras en la producción”.
Referentes Internacionales y la Eficacia de la Regulación
El dirigente de la SRA también señaló que, a nivel global, las iniciativas de esta naturaleza han tenido escaso éxito. “Dinamarca tiene una legislación similar, pero no la implementa. En los Países Bajos se aprobó, pero como consecuencia de su aplicación, han perdido el 40% de su ganado y actualmente deben importar carne”, advirtió.
Además, mencionó el caso de Nueva Zelanda, donde tras seis meses de puesta en marcha de normas que regulan las emisiones, el gobierno decidió revertirlas por no generar los efectos esperados en el cambio climático y aumentar los costos en la cadena láctea.
Perspectivas Futuras
Con este contexto, el debate en torno a las políticas sobre emisiones en la ganadería sigue abierto, y tanto los productores como los legisladores deberán encontrar un equilibrio que fomente la sostenibilidad ambiental y la rentabilidad del sector agropecuario en Argentina.
