Los ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales de Francia y Alemania llamaron a que las políticas e implicancias monetarias de las criptomonedas sean puestas en la agenda de la próxima reunión del G-20 de las economías desarrolladas y en vías de desarrollo.
En una carta al ministro de Hacienda de Argentina, que detenta actualmente la presidencia del G-20, los funcionarios pidieron un informe internacional sobre las implicancias de las criptomonedas, un reporte del Fondo Monetario Internacional sobre las implicaciones para su estabilidad financiera y trabajar para una acción «transfronteriza» para regularlas.
«Creemos que podría haber nuevas oportunidades a partir de las fichas y las tecnologías detrás de ellas», escribieron el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, su contraparte de Alemania, Peter Altmaier, el gobernador del banco central de Francia, François Villeroy de Galhau, y su colega alemán, Jens Weidmann.
«Sin embargo, las fichas podrían presentar riesgos sustanciales para los inversores y sin medidas apropiadas pueden ser vulnerables a crímenes financieros. A largo plazo, también podrían emerger riesgos potenciales en el campo de la estabilidad financiera», agregaron.
Por su parte, Barclays probablemente seguirá a otros grandes bancos en Estados Unidos al impedir que los clientes compren bitcoins y otras criptomonedas con sus tarjetas de crédito, según una entrevista con un alto ejecutivo de su filial de tarjetas de crédito.
«Estamos tomando la decisión de que probablemente no permitiremos las compras de criptomonedas con la tarjeta», dijo el director general de Barclaycard, Paul Wilmore, al blog Bank Innovation.
Una portavoz de Barclays en Londres dijo que el banco está revisando su política país por país y que aún no la ha cambiado.
Barclaycard es uno de los mayores proveedores de tarjetas de crédito tanto en Reino Unido como en Estados Unidos que aún no ha anunciado formalmente una prohibición de las compras de monedas digitales con ese medio de pago.
Lloyds Banking Group Plc, que emite poco más de un cuarto de todas las tarjetas de crédito en Reino Unido, y Virgin Money anunciaron la prohibición la semana pasada, siguiendo el ejemplo de JP Morgan Chase & Co y Citigroup.
Las medidas tienen como objetivo proteger a los clientes para que no acumulen enormes deudas por la compra de moneda virtual si su valor se desplomaba, dijo una portavoz de Lloyds la semana pasada.
Además, el regulador financiero japonés empezó a inspeccionar y verificar los sistemas de seguridad de las sedes de las casas de cambio de criptomonedas que operan en el país tras el robo masivo perpetrado contra Coincheck.
Coincheck es un servicio de billetera y cambio de bitcoin con sede en la capital nipona que opera intercambios entre bitcoin / ether y monedas fiduciarias en Japón, y transacciones y almacenamiento bitcoin en algunos países en todo el mundo.
Las autoridades japonesas buscan reforzar el control sobre los mercados de criptomonedas después de que Coincheck sufriera el mayor ataque informático hasta ahora en el sector, en el que desaparecieron 523 millones de unidades de la moneda digital NEM valoradas en 530 millones de dólares.
El ciberataque, cometido a finales de enero, reabrió el debate en Japón sobre la necesidad de regular estos mercados y cómo hacerlo, ante la popularidad que han cobrado a nivel mundial.
Las inspecciones realizadas por la Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA, por sus siglas en inglés) tienen la finalidad de «examinar sus sistemas de gestión interna, incluida la gestión de riesgos», reveló el ministro japonés de Finanzas, Taro Aso, quien explicó que las autoridades ya examinaron «múltiples operadores» en declaraciones por el diario financiero Nikkei, citado por EFE.
La FSA decidió proceder con las inspecciones tras revisar el informe sobre gestión de riesgo que pidió a los 32 operadores de monedas digitales del país, incluido Coincheck, para conocer sus medidas para proteger los activos de sus clientes, explicó Aso.
El organismo ya registró el viernes pasado la sede de Coincheck en Tokio para investigar su situación financiera a raíz del ciberataque y comprobar si tiene los recursos suficientes para reembolsar las pérdidas a los afectados, como prometió sin precisar el momento.
Japón es el segundo país del mundo con mayor volumen de mercado de criptomonedas, y en él operan 16 casas de intercambio registradas en la FSA y otras 16 que se encuentran a la espera del visto bueno del regulador, entre ellas Coincheck.