Desde tiempos antiguos, nombrada por Mark Twain como “el mayor de los lujos del mundo”, la sandía (Citrullus lanatus) se ha convertido en un símbolo de los días calurosos. Su pulpa roja y jugosa, resultado de más de 5000 años de cultivo, nos recuerda la importancia de disfrutar de los placeres del verano.

Un Origen Ancestral

Originaria de las regiones de Egipto y Sudán, la sandía ancestral era diferente a la que hoy conocemos; más amarga y dura, y con pulpa amarillenta. Sin embargo, su alto contenido de agua y su capacidad para conservarse durante semanas la hicieron un recurso vital en tiempos de sequía.

Un Regalo del Verano

La evolución de esta fruta ha llevado a la creación de variedades dulces y tiernas. Compuesta en más de un 90% de agua, la sandía es ideal para hidratarse, con solo 30 calorías por cada 100 gramos, lo que la convierte en un bocado refrescante y ligero.

Riqueza Nutricional

Además de su sabor delicioso, la sandía está repleta de nutrientes esenciales. Contiene compuestos como la citrulina y el licopeno, además de vitaminas A y C, y minerales como potasio y magnesio. Según el Dr. César Casavola, presidente de la Sociedad Argentina de Médicos Nutricionistas, su perfil nutricional aporta diversos beneficios.

1. Mantiene la Hidratación

Una adecuada hidratación es clave para el funcionamiento de nuestro organismo. La sandía, gracias a su abundante contenido de agua, es una excelente opción para mantener el equilibrio hídrico, especialmente durante días calurosos o tras el ejercicio.

2. Reduce la Inflamación

Su combinación de antioxidantes, como el licopeno y la vitamina C, puede ayudar a combatir la inflamación y el daño oxidativo. Estudios preliminares sugieren que el licopeno, además, está relacionado con la salud cardiovascular y la reducción del riesgo de ciertos cánceres.

3. Posible Efecto Diurético

La nutricionista Milagros Sympson destaca que la sandía puede tener un efecto diurético gracias a su alto contenido de agua y potasio, ayudando a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo.

Formas de Disfrutarla

La sandía se puede consumir fresca en rodajas o cubos, pero también es deliciosa en jugos, batidos y ensaladas. Con su textura jugosa, es un excelente sustituto de helados comerciales, ideal para aquellos que buscan opciones más saludables.

La sandía no solo es un deleite para el paladar, sino también un aliado en nuestra alimentación, perfecto para quienes desean mantenerse frescos y saludables durante el verano.